De las muertes fetales registradas en 2023, se identificó que 83.2% ocurrió antes del parto, detallaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
A nivel nacional se registraron 25,041 muertes fetales durante 2022, lo que implicó un incremento de 8.8%, en comparación con el año anterior, cuando se presentaron 23,000 fallecimientos.
Al presentar las Estadísticas de Defunciones Fetales (EDF) de 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señaló que estas muertes correspondieron a una tasa nacional de 72.2 por cada 100,000 mujeres en edad fértil, una tasa mucho mayor a la registrada en 2021 (66.9) y a la de 2020 (66.9).
En tanto, de las muertes fetales registradas en 2022, se identificó que 83.2% ocurrió antes del parto, 15.8 % sucedió durante el parto. Mientras que 53.0 % (13,270) de muertes fetales correspondió al sexo masculino y 37.0 % (9,270), al femenino.
Las entidades que presentaron las tasas más altas de embarazos que terminaron en muerte fetal son:
- San Luis Potosí (101.4)
- Ciudad de México (91.9)
- Aguascalientes (91.0)
Las tasas más bajas se registraron en Oaxaca (39.6), Quintana Roo (42.1) y Sinaloa (46.1).
Al hablar sobre las instituciones de salud donde fueron registradas estas muertes, en conjunto, la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encargaron de atender a 73.1% de las madres que presentaron defunciones fetales. Por su parte, las unidades médicas privadas trataron 12.7 % de estos casos.
Según los datos del Inegi, las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con 43.9%. Siguieron otros trastornos originados en el periodo perinatal, con 29.0 por ciento.
En tanto que las mujeres de entre 20 y 24 años, fue el grupo de edad que concentró el mayor número de embarazos con alguna complicación, y que terminó con la muerte del producto, con 24.2%; seguido de las mujeres de 25 a 29 años, con 23.3 % y el grupo de 30 a 34 años, con 20.0 por ciento. En conjunto, representaron 67.5 % del total.
Hipertensión y diabetes, principales riesgos
Sobre este tema, Carlos Ramírez Isarraraz, especialista en uroginecología y ginecobstetra en el hospital Ángeles Metropolitano, destacó que una muerte fetal se le considera al deceso de un feto después de las semanas 20 y 22 o que tenga un peso por arriba de 500 gramos y la cual sucede antes del nacimiento.
A diferencia de la muerte perinatal, que es aquella que ocurre cuando el feto, en términos generales, muere durante el trabajo de parto y hasta más o menos un mes de nacido el bebé.
Por lo que, aclaró que antes de las 20 y 22 semanas o según el peso que tenga un producto del embarazo, se considera un aborto.
En este sentido, el médico especialista señaló que los principales factores de riesgo para las muertes fetales se relacionan principalmente con el estado de salud de la madre y en especial por la presencia de enfermedades hipertensivas y la diabetes, pues, dijo, el sobrepeso y la obesidad, son los más importantes, ya que a su vez también favorecen la presencia de diabetes mellitus.
“Esos factores, pues generalmente por situaciones de compromiso circulatorio someten a los fetos a tener una un aporte bajo en nutrientes y en oxígeno y eso les aumenta el riesgo de presentar muerte fetal”, destacó.
Aunque también se presentan riesgos por enfermedades inmunológicas o endocrinas, como puede ser el hipotiroidismo y algunas enfermedades inmunológicas como el lupus, la artritis.
Ramírez Isarraraz explicó que además existen otros factores que favorecen estas defunciones, entre ellos, la falta de educación en materia de salud preventiva y el control prenatal, que “es un medio que se realiza, no tan adecuadamente como quisiéramos”.
Así como las deficiencias del sistema de salud y las secuelas que ha dejado la pandemia de Covid-19. “La atención que se les da a las mujeres embarazadas en el sistema de salud no es la adecuada porque faltan muchos centros de segundo y de tercer nivel, hay centros de primer nivel donde se ofrece la atención primaria, pero lamentablemente este tipo de enfermedades y de situaciones graves como la detección oportuna de una muerte fetal muchas veces se llegan sólo al primer nivel, es decir, los centros de salud o clínicas familiares”, subrayó.
