Ya no hay palabras que alienten, hoy solo se esperan hechos, pero no hay, no se ven.
Hablar de Altos Hornos de México es hablar de una historia que se ha escrito desde 1941, en la época de la guerra mundial se tomó la decisión de construir una planta acerera para asegurar el desarrollo de México.
82 años han pasado ya desde aquel entonces. Tiempo donde se han vivido episodios de bonanza, pero, también, la historia registró momento complicados que han llevado a cuatro importantes etapas que hoy marcan el pasado, el presente y el futuro de la acerera.
El pasado. Altos Hornos de México nació con capital mixta, es decir, privada y del gobierno, constituyéndose en 1942 después de que en 1941 se adquirió un Alto Horno que estaba en abandonado en el estado de Missouri, Estados Unidos. Siendo en octubre de ese año cuando oficialmente arrancó la construcción bajo el mando del ingeniero Harold R. Pape. Altos Hornos de México inició oficialmente sus operaciones en 1944 al ser arrancado el Al Horno 1 “Guadalupe”, arrancando también a la par las operaciones de los departamentos de aceración y laminación en caliente para la producción de rollo y placa de acero. La Bonanza para AHMSA era continua, con un crecimiento importante que se marcaba en 1955 con las construcciones de la planta coquizadora para la creación del carbón coque como energético base para fundir acero. Los años avanzaban y la acerera mantenía un paso firme en crecimiento a grado, tal que en 1971 la tecnología de aquellos años se hacía presente al inaugurar el taller de aceración al oxígeno BOF. Mientras que en 1976 entró en operación el que hasta hoy sigue siendo el horno más grande, el alto horno 5 en la siderúrgica dos, donde también se iniciaba un taller de aceración BOF y colada continua, una nueva coquizadora y posteriormente se les sumaron la laminadora en frío y la peletizadora. Altos Hornos de México fue manejado hasta la década de los 90`s como empresa paraestatal. En 1989 comenzaron los problemas de deuda, la falta de competitividad, complicaciones de impacto ambiental e ineficiencia, por lo que el gobierno de Carlos Salinas inició el análisis para su cierre, y su desincorporación del sector público mediante licitación.
Historia. El Gobierno de Carlos Salinas de Gortari decidió en 1991 la venta de la acerera al Grupo Acerero del Norte (GAN) que adquirió en paquete y bajo la batuta de Alonso Ancira Elizondo las dos plantas siderúrgicas así como los yacimientos de tierra y carbón, fue en diciembre de ese año cuando el GAN tomo posesión de AHMSA. Parecía que los episodios complicados se quedaban atrás, tras el paso del reajuste masivo de 1989, donde 6 mil 643 trabajadores, incluidos sindicalizados y de confianza. Proceso que parecía repetirse al declararse la empresa en crisis e iniciar un proceso de suspensión de pagos para reestructurar su deuda con más de mil 300 proveedores. Proceso que quedaría aparentemente resuelto en mayo del 2016, cuando se llegó y firmó acuerdo con cada uno de los proveedores. Pese a las complicaciones económicas, Altos Hornos de México logró bajo la tutela de Alonso Ancira sortear episodios muy complicados para sus procesos de producción, incluso logrando importantes proyectos como el denominado Ave Fénix, con el que se inyectaron recursos a la empresa para la fabricación de nuevos departamentos como el Molino Steckel y el Normalizado. En mayo del 2016 Alonso Ancira anunciaba una megainversión al conseguir un crédito por 14 mil millones de pesos con el Banco Austriaco OAKB. Esa multimillonaria inversión permitiría la adquisición de una laminadora en frío.
Detención de Ancira. Las complicaciones para la acerera de Monclova comenzarían uno de los episodios más complicados cuando en 28 de mayo del 2019 en Málaga, España, fue detenido mediante una ficha roja emitida por la Interpol, el Presidente del Consejo de AHMSA Alonso Ancira Elizondo. La detención realizada por las investigaciones del actual Gobierno Federal se dio dos días después de que las cuentas bancarias de Altos Hornos fueron congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera UIF quien acuso un sobreprecio en la negociación que en su momento se hizo mediante el gobierno de Enrique Peña Nieto y la Dirección de Emilio Lozoya en Pemex de la empresa Agronitrogenados que pertenecía a AHMSA. Tras permanecer por espacio de dos años en prisión en España, Alonso Ancira logró su liberación bajo el acuerdo que hizo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para saldar el tema de agronitrogenados con un monto de 216.6 millones de dólares que debería pagar en partes, la primera de esta en noviembre del 2021, la segunda en noviembre del 2022 y la tercera en noviembre del 2023.
La caída. Durante ese lapso de tiempo la empresa acerera que aun en este momento sigue perteneciendo a Alonso Ancira comenzó a caer estrepitosamente a grado tal que hoy en día se encuentra en suspensión de pagos.
El presente. Con todo, y que Alonso Ancira logró su libertad en el 2021, la situación económica de AHMSA ha ido empeorando día con día. El pasado 3 de enero de este 2023, la empresa acerera local sería nuevamente declarada en suspensión de pagos mediante el Juzgado primero de lo Civil que tiene como titular a la jueza Mónica María Elena Rodríguez Alvarado. La suspensión derivó del incumplimiento de pago que AHMSA tuvo con uno de los proveedores desde el proceso de 1999. En medio de este proceso, Altos Hornos de México vivió el corte del suministro de gas natural por parte de PEMEX, ya que la siderúrgica le adeuda más de 400 millones de pesos. Además, el 28 de febrero la CFE nuevamente suspendió el servicio de energía a la empresa de Alonso Ancira por el adeudo de más de 700 millones de pesos. Ambas situaciones mantienen hasta el momento inoperante las plantas siderúrgicas en donde recientemente se anunció que solamente personal de servicios, estará laborando, mientras que el resto del personal no acudiría a sus labores. Todo ello llevó a las manifestaciones obreras como la ocurrida el pasado miércoles 5 de abril cuando bloquearon la carretera federal 57 en exigencia de su pago salarial.
El futuro. Hoy, el futuro de la que fue considerada en su momento la más grande acerera en América Latina es incierto, tiene un panorama gris que no se alcanza a despejar del todo.
Apenas el pasado 28 de marzo se realizó la sesión de consejo que generó granes expectativa no solo en el entorno laboral de la acerera sino también en el entorno de Monclova y la Región Centro, porque de ahí depende más del 50% de la economía local.
Los acuerdos de la misma se ratificaron el 31 de marzo, en donde se dijo se dio la renuncia de Alonso Ancira como presidente del consejo, aunque posteriormente la Bolsa Mexicana de Valores anunció que todo había quedado sin efecto y que será hasta el 20 de abril cuando se realice la nueva sesión de consejo de la acerera.
Necesidades de obreros. La estadía de los más de 17 mil trabajadores directos e indirectos de AHMSA, la estabilidad económica de toda una región, el futuro de la propia empresa que se encuentra en un proceso encaminado a la quiebra al no tener recursos monetarios y el fin o la continuidad de la historia llamada AHMSA que se empezó escribir en Monclova desde 1941 depende hoy de lo que suceda en esa sesión de consejo, pues se espera que por fin los inversionistas extranjeros que se ha dicho tienen interés en la empresa, se decidan a invertir. Porque no solo se trata de una empresa que cae un poco más todos los días, sino también de cientos de familias que todos los días están preocupados por su futuro, ya ni siquiera por el qué pasará con la empresa, sino por, ¿cómo le van a hacer para comer hoy?. Las nóminas no llegan cuando deben de ser y el cielo se pone cada vez más nublado, están parados en medio de un clima gris, preguntándose, ¿será este el ocaso de una empresa que levantó una ciudad?
