Migrantes: Sabemos a lo que venimos, vamos a llegar a EU
Lucy Carrillo / El Tiempo de Piedras NegrasSe calculaban alrededor de 500 personas, las que comenzaron a visualizarse a la altura de la carretera federal 57, entre hombres, mujeres y niños.
Fue alrededor de las 10 de la mañana cuando comenzó a reportarse un gran contingente de migrantes que se desplazaban sobre la carretera federal 57, donde hombres y mujeres, acompañados de niños y adolescentes comenzaron a ser vigilados por corporaciones de seguridad, como Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración.
Motivo por el cual muchos de ellos buscaron la forma de tomar otros atajos para evitar ser asegurados, por lo que hasta pasadas las 2 de la tarde, todavía se podían presenciar grupos de 5, 10 hasta 15 personas caminando por los libramientos de Piedras Negras, buscando llegar primeramente a la casa de la migrante Frontera Digna para descansar y posteriormente partir hacia el río Bravo para intentar cruzarlo y llegar a Estados Unidos. Son muchas historias las que estas familias traen cargando en sus espaldas, muchas de ellas desgarradoras en las que lo único que se puede percatar que no han perdido es la esperanza de tener una vida mejor, como es el caso de "Rocío", una joven madre de familia de 25 años, que viaja acompañada de su pequeño hijo "Santiago," de tan solo 4 años de edad, quien inocente a su situación regala una sonrisa cansada a quienes se topan en su camino y a quienes se acercan a brindarles un poco de agua y comida.
No puedo perder la esperanza. Rocío, procedente de Venezuela, señala que el camino ha sido muy complicado para ella y su pequeño, principalmente debido a que ha tenido que viajar sola para poder reunirse con unos parientes en Estados Unidos, específicamente ellos viven en el estado de Carolina del Norte, donde su tía Pilar la está esperando para poder ayudarla junto a su pequeño, a quien espera poder brindarle una mejor vida que la que han tenido hasta el día de hoy, pues de acuerdo a su relato, decidió salir de su país debido a la violencia que vivió por parte del padre de su hijo, lo que comenzó debido a la carencia de trabajo y con ello la entrada de dinero en el hogar, ocasionando que la violencia tomara parte de su pequeña familia, optando por dejarlo y buscar ayuda en sus padres, los cuales le cerraron la entrada nuevamente a su hogar, "cuando ellos ya no me dejaron regresar a casa mientras podía establecerme otra vez, me desespere, no tenía a donde ir, tuve que pedir ayuda a una amiga que me dejo estar unas semanas con ella, pero entonces por medio de un pariente de ella misma supe que habría un grupo que estaría buscando llegar a las fronteras de México para poder buscar pasar a Estados Unidos, entonces recordé a mi tía Pilar, logre hablar con ella y me apoyo, ella también es madre soltera y logro llegar a Estados Unidos hace 20 años, pero con diferentes circunstancias, mejores que las mías, entonces, pues tome valor por él, por mi pequeño, y aquí vamos, por él no puedo perder la esperanza, todos los que ves acá sabemos a lo que venimos, vamos a llegar allá, de una u otra forma llegaremos".
Un camino difícil. Así como Rocío, dentro de este gran contingente y en los grupos que diariamente van llegando, pero en menor cantidad a esta frontera, se pueden encontrar muchas madres de familia que tienen como único objetivo el llegar al país americano por sus hijos, que es la manda que ellas tienen grabada para poder tener el valor de cruzar este camino tan difícil, que de acuerdo a lo que Rocío comenta, muchas no lo dicen, pero tienen que vivir una gran cantidad de abusos de diferentes formas, pues la vulnerabilidad en la que se encuentran y el temor de tener que regresar a su país, las hace cerrar los ojos y guardar silencio para poder soportar el dolor y desesperación por sus hijos, "la gente no sabe lo que tenemos que pasar, lo que he tenido que pasar para que él esté bien, muchos nos tachan de inconscientes que arriesgan a sus hijos, pero precisamente es por ellos que hemos soportado tanto, mientras venía para acá he tenido que aguantar cuatro abusos sexuales y no puedo decir nada por qué si me llevan, a donde queda mi hijo, quien sabe quién se quede con él, acá podemos todos parecer familias, pero es porque venimos juntos.
Vivir. Al final nadie se haría cargo de él y en una de esas me lo dejen tirado en la carretera, no te puedes confiar de nadie, solo puedes confiar en ti y en tu sombra, porque si no no amaneces, entonces ni modo, voy a soportar lo que tenga que tocarme vivir para poder llevarlo a tener una mejor vida, que no se va a ser fácil tenerla porque todavía me va a faltar llegar a dónde está mi tía, pero al menos ya estoy en el camino y todavía lo tengo conmigo a mi Santiago".
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