Tal y como ha anunciado el organismo de control federal del consumidor en Estados Unidos, Microsoft deberá pagar la cuantía de 20 millones de dólares para resolver los cargos presentados por la Comisión Federal de Comercio, quién acusó al gigante de recopilar ilegalmente información personal de niños sin el consentimiento de sus padres.
La acusación no se quedaba ahí, ya que también afirmaba que, en algunos casos, Microsoft llevó a recopilar y retener la información “durante años”. Según la sentencia, la compañía violó la Ley de protección de la privacidad online de los niños (COPPA), la ley federal que rige las protecciones de privacidad en la red para niños menores de 13 años, la cual requiere que las empresas notifiquen a los padres sobre los datos que recopilan, obtengan el consentimiento de los padres y eliminen los datos cuando ya no son necesarios.
Según explicaba en el dictamen la FTC, a los pequeños que se registraban en el servicio de juegos Xbox de Microsoft, se les pedía que proporcionaran su información personal, datos donde debían dar, su nombre, dirección de correo electrónico, número de teléfono y fecha de nacimiento, y que hasta el año 2019 incluía una casilla de verificación prellenada que permitía a Microsoft compartir información de usuario con anunciantes.
Para la FTC esto fue mucho más que un error, ya que la compañía recopilaba estos datos antes de pedirle a los padres que completaran la configuración de la cuenta, y retuvo los datos de los niños incluso si el padre abandonaba el proceso de registro. Según Lesley Fair, de la FTC:Solo después de recopilar esa gran cantidad de datos personales de los niños, Microsoft involucró a los padres en el proceso.
Solo después de recopilar esa gran cantidad de datos personales de los niños, Microsoft involucró a los padres en el proceso.
Por todo ello, la FTC requerirá que Microsoft notifique a los padres y obtenga el consentimiento para las cuentas creadas antes de mayo de 2021. Además, Microsoft también deberá establecer nuevos sistemas para eliminar la información personal de los niños si no ha obtenido el consentimiento de los progenitores, y para garantizar que los datos sean eliminado cuando ya no es necesario.
