La hija de Luis Miguel se casó el pasado 14 de octubre en una finca exclusiva de La Toscana Italiana
La boda de Michelle Salas, la hija de Luis Miguel y Stephanie Salas, deslumbró por su elegancia y lujo en una exclusiva finca de La Toscana Italiana. La modelo contrajo matrimonio con el empresario Danilo Díaz el pasado 14 de octubre.
A lo largo de los preparativos de esta esperada celebración, Salas mantuvo todo rodeado de misterio, e incluso en el mismo día del evento, muy pocas fotografías se filtraron al público. No obstante, en los días posteriores, Vogue compartió algunas imágenes y recuerdos de la fecha, en particular, los trajes que lució la bisnieta de Silvia Pinal.
Ahora, Salas ha decidido llevar a sus seguidores virtuales junto a ella en su luna de miel. A través de su cuenta de Instagram, la modelo creó una dinámica en la que preguntó a sus fanáticos qué aspectos de su viaje preferirían ver.
De forma inesperada, compartió una imagen de dos hot dogs, uno para ella y otro para su esposo, con la leyenda: "Mientras tanto... Primera parada en mi luna de miel". Si bien no han desvelado muchos detalles sobre el destino de su viaje, sus seguidores pudieron participar en adivinar a qué país habían viajado, con opciones que incluían Praga, Nueva York, Portugal, Alemania, Grecia, París, Bali e Italia.
La boda se celebró en la finca de Il Borro del 13 al 15 de octubre. Según diversos medios, hubo actividades para los invitados, como un cóctel en el primer día del festejo y un brunch para concluir. La famosa sería estricta con las reglas, incluso se reportó que pidió: no se llevaran cámaras ni celulares.
La temática de la boda de Michelle Salas
La temática de su fiesta estuvo inspirada en el color verde, que para ella "representa balance, armonía, optimismo, sanación, crecimiento... el color perfecto para las festividades del fin de semana".
El menú de su boda consistió en una variedad de platillos que incluían una Pizza Party con seis tipos de pizza distintos, un Cold Buffet con ocho platos diferentes de ensaladas y carpaccio, y un postre que ofrecía tres opciones: Tiramisú, Panna Cotta de caramelo y mousse de chocolate con granos de cacao.
Además, publicó fotos de los labiales que utilizó, cada uno de ellos de la marca de lujo Dolce & Gabbana.
Sin duda, la elegancia fue un tema recurrente y explicó que trató de combinar la belleza del lugar con un estilo "minimalista, femenino y sofisticado", y expresó su satisfacción con el resultado. Por otra parte posteó algunas postales de los deliciosos platillos que disfrutaron durante la celebración.
