El combinado nacional necesitaba varios goles para superar la fase de grupos y lo hizo gracias a un inspirado Stephano Carrillo.
México sub-17 tenía la responsabilidad de anotar tres o más goles. El equipo de Raúl Chabrand debía de golear a Nueva Zelanda para pasar en segundo lugar de su grupo, venció por 4-0 y está en la siguiente ronda. Cumple en la primera ronda.
Una derrota contra Alemania y un empate con Venezuela, pusieron contra las cuerdas a la Selección Mexicana sub-17 en la fase de grupos. La buena noticia era que cerraba la primera parte del Mundial de la categoría con Nueva Zelanda, el más débil del sector.
Nueva Zelanda se va de la Copa del Mundo con 10 goles en contra, tres de Alemania, tres de Venezuela y cuatro de México, el Tricolor fue el que más se ensañó con el equipo de Oceanía.
No ganar en los últimos dos partidos, hizo que Raúl Chabrand y los suyos sacaran la calculadora pensando en pasar a octavos de final entre los mejores terceros lugares de grupos, aunque la goleada de 4-0 le ayudó a pasar en el segundo puesto.
El juego, al inicio, se retrasó casi una hora, por una tormenta eléctrica, después llegó la tempestad Tricolor.
Nueva Zelanda casi termina el primer tiempo con el arco en cero. El equipo de Oceanía defendió bien hasta que una jugada individual de Fidel Barajas lo derrumbó al minuto 42.
El gol de Barajas hizo voltear a Alemania contra Venezuela, que iba ganando el equipo europeo por 3-0. Ahí faltaban dos goles para asegurar el pase a la segunda ronda como sublíder de grupo.
Con la necesidad en las manos, al inicio del segundo tiempo, Adrián Fernández de Lara hizo el 2-0, apenas a los dos minutos del segundo tiempo. El gol del canterano del América acabó con Nueva Zelanda.
El pase en segundo lugar lo cerró Stephano Carrillo, el delantero que llegó como figura de la Selección Mexicana e hizo dos goles más para concretar la goleada.
México avanza a la siguiente ronda, como segundo de grupo, enfrenta a Malí en los octavos de final.
