El festejo y la alegría en el box fue un recordatorio de la mutación del serial en un periodo corto de tiempo.
En una temporada de Fórmula 1 dominada hasta el momento por Red Bull y sobre todo por Max Verstappen, que dos pilotos de un equipo distinto compartan algún podio con el neerlandés es motivo de esperanza para esos protagonistas de cara al resto del calendario de la máxima categoría.
Fue lo que ocurrió con los británicos Lewis Hamilton y George Russell que terminaron segundo y tercero, respectivamente en el Gran Premio de España, lo que de inmediato ilusionó a los aficionados de Mercedes, a sus integrantes y al resto del paddock para encontrar una competencia verdadera para la compañía de bebidas energéticas.
No fue una anécdota para las flechas plateadas, que lograron colocar sus dos autos entre los tres mejores por primera vez desde el 13 de noviembre de 2022, cuando Russell ganó y Hamilton lo escoltó en Interlagos, en el último podio que no integró Verstappen (el español Carlos Sainz de Ferrari se les unió).
El festejo y la alegría en el box fue un recordatorio de la mutación del serial en un periodo corto de tiempo porque los alemanes tuvieron el mando de la F1 entre 2014 y 2021, cuando en camino a sus ocho títulos de constructores acumularon 232 podios, 130 más que su perseguidor ‘inmediato’, precisamente Red Bull (102), que ahora vive tiempos felices.
