"¡Ups! No seas tan bipolar". ¿Alguna vez has escuchado esta frase o algo similar? Entonces has sido testigo de cómo se perpetúan algunos mitos sobre el trastorno bipolar, una enfermedad de la que se carece de conciencia y que merece ser tratada con respeto.
A veces, la "bipolaridad" se asocia con una connotación despectiva, pero ¿realmente entendemos lo que significa y lo que implica? Hay poca discusión sobre el trastorno bipolar, lo que lleva a la creación de conceptos erróneos y estereotipos sobre la enfermedad. Estamos aquí para ayudar a desvelar los mitos que giran en torno a ella.
¿Qué es?
Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH) y la Clínica Mayo, el trastorno bipolar es una enfermedad mental que impacta los mecanismos que regulan el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad y la concentración de una persona. Esto puede complicar sus actividades diarias.
Se caracteriza por cambios que varían entre altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión). Es decir, un estado de euforia, alta energía e irritabilidad, o bien, tristeza, desesperanza y falta de interés y energía, respectivamente.
Estas características a menudo son malinterpretadas como mitos sobre el trastorno bipolar que solo causan perjuicio.
Mitos sobre el trastorno bipolar
1. Todas las personas con el trastorno son iguales
El trastorno no está relacionado con la personalidad. Según la Clínica Mayo, existen 4 tipos fundamentales de enfermedad, y cada experiencia será distinta.
- Trastorno bipolar I. Las personas que lo sufren han tenido uno o más episodios maniacos o depresivos mayores. En ciertos casos, puede provocar psicosis y requerir hospitalización.
- Trastorno bipolar II. Las personas que lo sufren han tenido uno o más episodios depresivos o hipomaniacos (menos extremos que los maniacos), pero nunca han tenido uno maniaco. Es importante aclarar que esto no quiere decir que el trastorno bipolar II sea menos grave que el I.
- Trastorno ciclotímico. Consiste en muchos periodos con síntomas hipomaniacos y depresivos que no son tan intensos para calificar como episodios depresivos mayores o maniacos.
- Otros tipos. Estos comprenden síntomas que no entran en las categorías anteriores. Por ejemplo, los trastornos relacionados a ciertos medicamentos, drogas o bebidas alcohólicas, o derivados de ciertas afecciones médicas.
No hay dos personas con trastorno bipolar idénticas
2. Son solo cambios de humor
Los drásticos cambios del trastorno bipolar difieren notablemente de los cambios de ánimo comunes. Estas modificaciones pueden suceder con frecuencia o de forma ocasional, al igual que los síntomas pueden variar de moderados a intensos. Por eso, estas fluctuaciones impactan de manera significativa en la energía y las actividades diarias de la persona.
3. La manía es productiva
Se vincula la manía con una persona constantemente enérgica y con muchos planes o tareas. En ciertos casos, al inicio la persona puede sentirse bien; sin embargo, sin tratamiento, puede presentar comportamientos irracionales y ver afectado su juicio o rutinas diarias.
4. Las personas con este trastorno son maniacas o depresivas
Los individuos afectados por esta enfermedad pueden experimentar oscilaciones en su humor que pueden prolongarse durante semanas o meses; incluso períodos más estables, conocidos como eutimia. A su vez, es posible que experimenten ciclos mixtos, en los cuales presentan síntomas maníacos y depresivos simultáneamente.
5. Los medicamentos son el único tratamiento
Los fármacos ayudan a tratar los episodios maníacos o depresivos. Aunque es crucial contar con la ayuda de un profesional para tomarlos, existen enfoques adicionales para tratar la enfermedad que pueden resultar beneficiosos durante la terapia psiquiátrica, como terapia psicológica, terapia cognitivo-conductual, terapia interpersonal, higiene del sueño, etc.
La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) recomienda combinar la terapia y la medicación como el enfoque más efectivo. Aunque el trastorno bipolar es una condición crónica, es posible mejorar el estilo de vida con un plan de tratamiento adecuado.
6. Es una enfermedad poco común
En 2019, la OMS calculó que aproximadamente 45 millones de personas en todo el mundo la sufrían.
