La disminución intensiva de la presión arterial hasta un objetivo sistólico <120 mm Hg redujo los episodios cardiovasculares en individuos con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, en comparación con el tratamiento estándar con un objetivo <140 mm Hg en el ensayo ESPRIT.
"El tratamiento intensivo de reducción de la presión arterial dirigido a una presión sistólica inferior a 120 mm Hg durante 3 años dio lugar a una incidencia 12% menor de episodios vasculares graves, una mortalidad por causas cardiovasculares 39% menor y una mortalidad por todas las causas 21% menor que el tratamiento estándar dirigido a una presión sistólica inferior a 140 mm Hg", informó la investigadora principal, Dra. Jing Li, directora del Departamento de Medicina Preventiva del Centro Nacional de Enfermedades Cardiovasculares de Pekín, China.
El ensayo incluyó pacientes con diabetes y antecedentes de ictus, dos grupos importantes que quedaron excluidos en el anterior ensayo SPRINT de reducción intensiva de la presión arterial. Los resultados indicaron que el beneficio de la reducción intensiva de la presión arterial se extiende a estos grupos y se traducen en la prevención de 14 episodios vasculares graves y 8 muertes por cada 1.000 personas tratadas durante 3 años con una presión sistólica <120 mm Hg en lugar de <140 mm Hg, a costa de que otros tres pacientes sufran el grave efecto adverso del síncope, señaló la Dra. Li.
"Nuestro estudio genera nueva evidencia sobre el beneficio y la tolerabilidad del tratamiento dirigido a alcanzar una presión arterial sistólica inferior a 120 mm Hg en una población asiática diversa, que en general coincide con la de otros grupos étnicos. La aplicación de esta estrategia de tratamiento intensivo en adultos de alto riesgo puede salvar más vidas y reducir la carga que representan las cardiopatías para la salud pública en todo el mundo", concluyó.
La Dra. Ling presentó el ensayo ESPRIT el 13 de noviembre en el Congreso de la American Heart Association (AHA) de 2023, que tuvo lugar en Filadelfia, Estados Unidos.
El ensayo ESPRIT incluyó a 11.255 adultos chinos (edad promedio: 64 años; 41% mujeres) con una presión arterial sistólica basal de 130 a 180 mm Hg (promedio: 147 a 183 mm Hg) y una enfermedad cardiovascular establecida o al menos dos factores de riesgo cardiovascular importantes. Treinta y nueve por ciento de los participantes padecía diabetes y 27% tenía antecedentes de ictus.
Se les aleatorizó a recibir tratamiento intensivo de la presión arterial, con un objetivo de presión arterial sistólica <120 mm Hg o tratamiento estándar con un objetivo de medición <140 mm Hg durante un periodo de 3 años. Al cabo de un año la presión sistólica se redujo a 135,6 mm Hg en el grupo con tratamiento estándar y a 120,3 mm Hg en el de tratamiento intensivo y los valores se mantuvieron en torno al mismo nivel durante el resto del seguimiento.
El criterio de valoración principal fue una combinación de infarto de miocardio, revascularización coronaria o no coronaria, hospitalización o ingreso a urgencias por insuficiencia cardiaca, ictus o muerte por causas cardiovasculares.
Tras 3,4 años de seguimiento se habían producido 624 episodios de la variable principal en el grupo estándar (3,6%) frente a 547 en el intensivo (3,2%), es decir, una reducción de 12% (hazard ratio [HR]: 0,88; IC 95%: 0,78 a 0,99). Esto equivale a un número necesario a tratar para prevenir un evento de 74.
