“Me siento feliz de haber ayudado”: dice Arizbeth Dionisio, policía que amamantó a bebé en medio del desastre por 'Otis'
Nadie más les ponía atención frente a todas las labores que realizaban para salvaguardar a los habitantes de Acapulco
Arizbeth Dionisio Ambrosio, suboficial del agrupamiento Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), dibuja con sus brazos el tamaño del bebé de 4 meses que amantó en Acapulco, Guerrero, en medio de la catástrofe por el paso del huracán "Otis".
Su instinto de madre la hizo percatarse de que el llanto que emitía el menor no era común, tenía algo más que a ella le preocupó, por eso detuvo su recorrido sobre la avenida Adolfo López Mateos, y se acercó a preguntar a la familia si necesitaban algo.
Nadie más les ponía atención frente a todas las labores que realizaban para salvaguardar a los habitantes de Acapulco, golpeados por el desastre natural. Arizbeth sí lo hizo. Tal vez impulsada por el instinto materno, pues dejó a su hijo de un año en casa, al cuidado de su padre y hermana, para cambiar su rol de madre, por el de ser una mujer policía de la Ciudad de México.
Inmediato supo que, si ella hubiera seguido caminando sobre esa avenida, sin haberse acercado a ellos, no se hubiera quedado tranquila. Hoy es distinto para ella, recibió un ascenso y pasó de ser policía primero a suboficial.
“Me siento feliz de haberlos apoyado"
“Me siento feliz de haberlos apoyado, para mí es poco ante tal situación (desastre natural), es poco lo que hice, podemos ayudar más. Si estuvieran en mis posibilidades, volvería a regresar con la familia para ver al bebé”, expresa la suboficial, quien tiene 10 años en la SSC.
Los efectivos comisionados se dividieron en brigadas para recorrer la zona cero del desastre. Como parte de las tareas recorría pie a tierra entrevistándose con las personas que se encontraban varadas en busca de familiares.
Cuando se entrevistaba con otras personas, Arizbeth escuchó el llanto descontrolado del bebé que llevaba días sin recibir alimentos, pues la madre tenía problemas para darle “pecho”, pero Arizbeth prefirió no preguntar más, se enfocó en él y lo alimentó.
“Me fui tranquila, me fui bien en saber que el bebé estaba bien, continué con mis labores… íbamos en el recorrido (de apoyo en Acapulco) había personas llorando por sus familiares, fueron muchas cosas, realmente el desastre fue general”, expresa.
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