Autoridades de migración pidieron a los venezolanos que continuaran a pie su trayecto.
En un operativo llevado a cabo por agentes de Migración, en colaboración con la Guardia Nacional y la Policía Municipal, más de 200 migrantes que viajaban clandestinamente en un tren fueron obligados a descender a la fuerza. El incidente tuvo lugar a orillas de la carretera federal número 57, en el tramo Monclova-Estación Hermanas.
Los migrantes, en su mayoría provenientes de diversas partes de Venezuela, denunciaron que las autoridades los desembarcaron del tren y los forzaron a caminar, sin mostrar compasión por la presencia de niños, mujeres embarazadas e incluso personas enfermas entre ellos.
Mateo, un migrante originario de Colombia, relató que en Villa Hermosa también intentaron devolverlos, pero se les exigió un pago de entre mil y dos mil pesos para permitirles continuar su trayecto. Dichas acciones han generado indignación y cuestionamientos sobre los métodos utilizados por las autoridades en el manejo de la crisis migratoria.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación por la falta de consideración hacia la vulnerabilidad de ciertos grupos, especialmente niños, mujeres embarazadas y personas enfermas. Se demanda una investigación exhaustiva sobre el proceder de las autoridades migratorias en este incidente.
Para finalizar, los defensores de derechos humanos señalaron que el episodio resalta la complejidad y sensibilidad de la situación migratoria en la región, así como la necesidad de abordar estos problemas de manera humanitaria y respetuosa con los derechos fundamentales de los migrantes.
