Hoy se disputó la final del ascenso inglés (Championship) entre el Coventry City y Luton Town. El resultado fue 1-1 hasta los 120 minutos, donde hubo desde un desmayo hasta un gol anulado por el VAR en los minutos finales. Sin embargo, todo se resolvió por la via de los penaltis, donde los ‘hatters’ – como se les conoce a los hinchas del Luton Town – celebraron la victoria y ascenso de su equipo por primera vez en su historia.
Sucede que los ‘hatters’ descendieron a Championship justo en el año previo a la inauguración de la Premier League, en la temporada de 1992/1993, y nunca volvieron a pisar la máxima división inglesa hasta el día de hoy. Incluso hace 9 años jugaba en la quinta división del fútbol inglés.
Un rival digno de una final
Años después, y tras terminar la presente campaña en 3ª posición y superar al Sunderland en las semifinales del play-off de ascenso, el destino quiso que fuese el Conventry City, un equipo con 140 años de historia, al que se enfrentó hace apenas cinco años en la 4ª división del fútbol inglés, su rival por el tercer y último puesto en la Premier League.
Solo 10 000 personas en un partido de Premier League
Un campo alojado en la zona de Bury Park que, si bien tiene el récord de asistencia en 30.069 espectadores (contra el Blackpool, en la FA Cup el 4 de marzo de 1959), actualmente cuenta con una capacidad de 10.356 espectadores. Si el Kenilworth Stadium puede ser considerado un “patio de vecinos” o el “jardín de Luton” es porque los aficionados tienen, literalmente, que atravesar los portales o pasar por encima de las casas para acceder a las gradas del campo del Luton Town. Ahora se convirtió oficialmente en el estadio con menos capacidad de la Premier League 22/23.
