El exjugador argentino vivió uno de lo momentos más dramáticos con su selección
Fernando Gago quien parece será el nuevo técnico del Guadalajara en su carrera como futbolista destacó siendo un medio con salida, de esos que manejan los hilos del medio campo.
Pero… También destacó por estar acosado por las lesiones que nunca dejó explotar todo su potencial.
Varias veces Fernando Gago luchó por jugar con la pelota pegado al césped, por manejar los hilos de un partido ya sea en el Boca Juniors o el Real Madrid y sus piernas dañadas le jugaron una mala broma.
Quizá lo que más se recuerda es la imagen desesperada de un Fernando Gago en una banda, vistiendo la camiseta de Argentina, pidiendo al doctor que lo dejara entrar, cuando en el campo le había tronado la rodilla.
Era el 2017. En las eliminatorias mundialistas para el Mundial de Rusia, el volante se recuperaba por enésima vez de una lesión. Argentina estaba en problemas, problemas que ni un tal Lionel Messi podía resolver y Gago quería ayudar.
Duelo contra Perú en la cancha del Monumental, el partido no se abre y la albiceleste necesita del triunfo, un gol.
El excéntrico Jorge Sampaoli, técnico de Argentina manda a la cancha a Gago por un desaparecido Ever Banega. El volante se pone feliz, entra a la cancha y ahí comenzaría el drama.
Parece que tiene imán con el balón, todas las pelotas comienzan a pasar por él, pero a los pocos minutos sucede, quiere recortar a un delantero peruano y cae… Se retuerce de dolor… Todos piensan que hubo una falta, Fernando Gago sabe que se rompió.
En el césped se siente impotencia, pone sus manos en el rostro para comenzar a llorar. Llegan, lo calma, tratan de hacerlo. Se levanta, hace la seña al banco. Cambio… Con los puños realiza la seña de que su rodilla se ha roto.
Sale del campo y el drama crece. A un costado del campo el doctor de Argentina le dice que no puede seguir, que está roto…
El doctor le toma la rodilla, prueba su estabilidad. La cabeza de Gago se mete en la revisión del médico quien lo empuja para que lo deje trabajar. Lo tratan de vender y viene los gritos de desesperación:
“Dale, déjame jugar Dani… Dejame jugar”…
El doctor le quiere tomar la cara, consolarlo, y Fernando Gago no se deja.
“Venda, dale, déjame jugar” vuelve a pedir, suplicar, el doctor no sabe como explicarle que se acabó.
“No importa, no importa”, vuelve a gritar el volante, quien se levanta cuando le han puesto el vendaje que él cree que es milagroso.
Entra al campo… Sampaoli no sabe qué decir, ha perdido autoridad,. Está sorprendido. Tica la pelota una, dos veces, la pierde, se barre, se levanta.
Un compañero le pregunta y él responde: “Me rompí el cruzado”.
El técnico al fin reacciona, lo sustituye, Fernando Gago deja la cancha entre lágrimas.
Fernando Gago se operó, seis meses después volvió a las canchas, Vélez Sarsfield le dio la oportunidad. Jugaba, pero poco, las piernas ya no le respondían, alargó su carrera lo más que pudo y en 2020, dijo adiós.
Esos fueron los seis minutos de drama de Fernando Gago, quien apunta a ser el nuevo técnico de las Chivas.
