Aaron Rodgers tuvo una tarde discreta pero efectiva. Lanzó para 159 yardas y un touchdown
La rivalidad entre los Green Bay Packers y los Vikings de Minnesota es una de las más longevas en la NFL. Por lo mismo, está repleta de partidos memorables y el de esta tarde se unirá a esa lista. El equipo de Aaron Rodgers necesitaba ganar o se despedía de la ilusión de playoffs y no solo lo logró, sino que lo hizo a través de una paliza.
41-17 fue el marcador final de un partido dominado de principio a fin por Green Bay, que ensordeció a su rival con más de 78 mil almas presentes en la catedral del futbol americano, Lambeau Field.
Ahora, los 'Cabezas de Queso' tienen su futuro en las manos. Gracias a la derrota de Washington en Cleveland y el triunfo de esta noche sobre Minnesota, si vencen a Detroit en casa la semana que viene, estarán en la postemporada de la NFL con un récord de 9 triunfos y 8 derrotas para amarrar el séptimo lugar en la NFC.
Keisean Nixon tuvo un regreso de 105 yardas para convertir el primer touchdown de la tarde y poner por primera vez a Green Bay adelante en el marcador, situación que no cambió en toda la tarde.
Para colmo, Kirk Cousins sufrió tres intercepciones y una pérdida de balón por el gran trabajo defensivo del equipo verde y amarillo. Una de ellas, fue a cargo de Darnell Savage, quien recorrió 75 yardas para intercambiarlo por una anotación.
Por el otro lado, Aaron Rodgers tuvo una tarde discreta pero efectiva. Lanzó para 159 yardas y un touchdown, además de convertir un touchdown por tierra.
