El disparo en el pómulo izquierdo que sufrió el guardia Erick Moreno mientras realizaba una ronda en el punto cero de la planta 2, despertó temor, incertidumbre y preocupación entre sus compañeros. Manifestaron una total inconformidad al estar trabajando sin Seguridad Social, por lo que, al enterarse de este incidente, amenazaron con renunciar y dejar completamente vulnerable a la siderúrgica, lo que podría aumentar los robos.
La agresión que sufrió el hombre de 49 años aumentó la inquietud de los vigilantes empleados de Resguardo Corporativo, lo que los llevó a manifestar su intención de dejar de acudir, ya que no podían exponerse a este tipo de riesgos, sobre todo al no contar con Seguro Social que los respaldara en caso de ataques similares.
Promesas. Luego de estas advertencias por parte de más de 10 guardias, se les informó que la próxima semana recuperarán su derecho a la atención médica en el Seguro Social, ya que el departamento está resolviendo los conflictos con la clínica. De esta manera, los vigilantes se sentirán más seguros y podrán seguir trabajando.
Estado de salud. Mientras tanto, el guardia baleado está a la espera de recibir una cita para ser intervenido quirúrgicamente por un cirujano plástico, quien se encargará de retirar la bala incrustada en su rostro y determinará si existe algún riesgo de secuelas. No se descarta que el impacto haya afectado algún nervio o haya llegado hasta el hueso.
