Los futuros aterrizajes en la Luna tienen un problema inesperado: podrían afectar a las naves en órbita
AGENCIAS / EL TIEMPOEstablecerse en la Luna sigue siendo la clave para el futuro de los viajes espaciales, pero para ello va a haber que aterrizar allí muchas veces en los próximos años. Un reciente estudio ha analizado el impacto de ese aumento en la actividad sobre la superficie lunar, y ha descubierto un problema inesperado: los vuelos pueden levantar tanto polvo que afecte a las naves en órbita.
El estudio, que acaba de publicsarse en arXiv, estudia el potencial daño que los aterrizajes continuados de naves espaciales de todo tipo pueden tener sobre los objetos en órbita debido a la eyección de regolito lunar.
El polvo lunar no es un problema nuevo. Siempre ha sido un molesto acompañante en todas las misiones que hemos llevado a cabo a la Luna. Los astronautas de las misiones Apolo ya informaron de las dificultades que experimentaron para lidiar con las finas partículas de regolito cuya carga eléctrica las hace posarse sobre prácticamente cualquier superficie a poco que las remuevas del suelo donde reposan. A medida que los astronautas entraban y salían del módulo lunar, el polvo se colaba en todas partes, interfiriendo con los instrumentos y hasta dañando los radiadores y los trajes de los astronautas.
Ahora la NASA se prepara para aterrizar de nuevo en la Luna con las misiones del programa Artemis. Según el físico planetario de la Universidad de Central Florida Philip Metzger, el movimiento de naves aterrizando y despegando en el satélite podría tener consecuencias imprevistas para la actividad de las naves y estaciones en órbita lunar.
El programa Artemis incluye varios aterrizajes lunares en los próximos años. Artemis 3 está programado (si todo va bien, que ahora mismo el programa no pasa por su mejor momento) para 2025. Le seguirá Artemis 4 en 2028. Tras eso, la NASA se plantea que haya un flujo constante de viajes a la Luna, y de hecho no es la única con esas ambiciones. China reveló recientemente su intención de poner astronautas en la Luna para 2030 y establecer también una base permanente en su superficie.
Lo que el estudio ha descubierto es que toda esta actividad liberará grandes cantidades de polvo en suspensión. Un módulo de aterrizaje de 40 toneladas puede acelerar el polvo de la superficie a velocidades de hasta 16.000 kilómetros por hora, lo que significa que se generarán grandes nubes de polvo en suspensión que pueden terminar en órbita lunar. Naves como la estación Lunar Gateway de la NASA están planificadas para pasar en una órbita de tipo Halo que atravesaría esas nubes. Las naves, sondas y satélites que atraviesen esta nube podrían sufrir graves daños debido al impacto de millones de partículas en suspensión a gran velocidad.
Incluso si el choque con estas partículas no daña la nave, el polvo acumulado sí que lo hará. “Cómo sabes, las partículas de regolito son extremadamente finas”, explica William Schonberg, profesor de la Universidad de Missouri de Ciencia y Tecnología en un correo remitido a Gizmodo. “Así que incluso aunque las partículas no provoquen daño de impacto, pueden posarse y acumularse sobre superficies y componentes críticos de naves y hábitats cercanos, provocando fácilmente fallos en su funcionalidad.”
Schonberg también apunta que las nubes de polvo podrían hasta ser perjudiciales para los futuros hábitats o estaciones lunares. “Las últimas series y películas sobre bases en la Luna dan en el clavo cuando ponen los lugares de despegue y aterrizaje muy alejados de los lugares habitados.
Únete al canal de difusión de WhatsApp de El Tiempo MX y recibe las noticias más importantes de Monclova, Coahuila y México directamente en tu celular. ¡Haz clic y súmate ahora!
Noticias del tema