El piloto mexicano arrancó el Gran Premio de México de manera espectacular, pero en un parpadeo pasó de ser primero a terminar sin puntos en su carrera como local
Los semáforos se pusieron en verde para iniciar la primera vuelta del GP de México 2023, con los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sáinz ubicados en la primera línea de parrilla seguidos por Max Verstappen en el Red Bull y Daniel Ricciardo en el AlphaTauri, en tanto que desde la quinta posición largaba “Checo” Pérez con Lewis Hamilton en el Mercedes detrás.
La arrancada de Checo fue espectacular, teniendo una reacción de 23 décimas de segundo, la mejor de los seis punteros, para literalmente encontrarse de golpe con un escenario inesperado, y que parecía ahí como esa manzana que prometía la victoria y que a la postre resultó envenenada: estar por delante por unos centímetros de Leclerc y Verstappen.
Sólo transcurrieron 18 segundos de la recta de los Hermanos Rodríguez, una de las más largas con sus mil 287 metros metros a la primera curva, la cual brinda a los pilotos ubicarse en la succión (la apertura en el aire sin resistencia que abre el auto de adelante hacia el que viene detrás) y así ganar velocidad y posiciones.
Ese parpadeo que se convirtió en la tierra prometida para Checo, de salir ubicado como primero tras esa primera curva a la derecha, se convirtió en una trampa que lo lanzó por los aires, hizo rebotar su coche dos veces sobre la pista y sentenció su carrera, no sólo sin victoria ni podio, sino sin puntos, y en donde gracias al segundo lugar con vuelta rápida incluida de Lewis Hamilton, hoy recorta la distancia en el campeonato a sólo 20 unidades.
Por delante, quedan Brasil, Las Vegas y Abu Dhabi, en donde el piloto mexicano tendrá que llevarse en su maleta toda la inyección de ánimo que recibió en México, para capitalizarlo en puntos, valiosos puntos, que le aseguren ese subcampeonato que todavía es posible. Esos espantosos 18 segundos deben quedar en el olvido.
