Especialistas señalan que es una realidad la venta disparada de llantas por el miedo a la recesión, lo mismo que las refacciones para todo tipo de autos.
Las alertas están encendidas. El Fondo Monetario Internacional advirtió que, este año, un tercio del mundo entrará en una recesión económica, lo que no necesariamente significará un escenario negativo para los fabricantes de neumáticos. Aunque pareciera que nada tiene que ver una alerta de este tipo con lo que pasa en las entrañas de un taller mecánico, sí que tiene que ver.
Complicaciones. Ante la baja del poder adquisitivo por los elevados niveles de inflación y la escasez de inventario para adquirir un automóvil nuevo, los consumidores invierten más en el mantenimiento de sus vehículos actuales, impulsando las ventas de refacciones. Alfonso Zendejas, presidente de Bridgestone para la región Latinoamérica Norte, que incluye México, Ecuador, Colombia, Centroamérica y el Caribe, prevé que, con una eventual recesión económica en puerta, el panorama para la empresa se vislumbra favorable. “Cuando hay recesión y no hay ventas de autos nuevos, las personas se ocupan por arreglar sus propios vehículos, y esa visión del cliente de: en lugar de gastar en un auto nuevo, invierto en el auto que ya tengo, nos da una oportunidad de venta”, argumenta. La previsión para el año en curso, es que las ventas de la marca repunten 1.2% anual, viéndose impulsada por dicho fenómeno. Actualmente, del total de la producción en el complejo de Bridgeston en Cuernavaca, Morelos, un tercio está destinado al mercado de equipo original (neumáticos que se envían a las plantas armadoras), otro tercio a la exportación y el otro restante al mercado de reemplazo. En octubre de 2021, la compañía anunció una inversión por 100 millones de dólares para su expansión y modernización, impulsada por la necesidad de hacer neumáticos más grandes ante la migración de los sedanes hacia los SUV.
Semiconductores. Durante el momento más álgido de la escasez de semiconductores, que se dio desde mediados de 2021 a mediados de 2022, el mercado de repuesto se vio beneficiado. “En ese momento en que no hubo coches, en que las armadoras no pudieron surtir la demanda a nivel mundial, estos usuarios empezaron a dar mantenimiento a su auto, a cambiar llantas, a cambiar frenos.
