Saltillo, Coahuila, MÁS. – La desaparición de Laura Valeria, una niña de apenas un año y tres meses, y de su madre ha dejado al descubierto no solo la angustia de una familia en busca de respuestas, sino también una serie de negligencias institucionales incomprensible que han marcado su trágica historia.
Contrario a lo afirmado por el Fiscal de Personas Desaparecidas en Coahuila, José Ángel Herrera Cepeda, sobre la activación de la Alerta Ámber en octubre de 2017, surge una realidad paralela que revela una cadena de eventos confusos e incomprensibles.
José Ángel Herrera Cepeda, Fiscal de Personas Desaparecidas en la entidad, explicó que existen tres tipos de alerta: a nivel nacional, a nivel estatal e internacional.
En ese sentido, sostuvo que, en octubre de 2017, la fiscalía del estado activó una Alerta Ámber para Laura Valeria hacia el interior del estado, ya que no había datos de que hubiera una extraterritorialidad de la menor.“Incluso si se verifican las páginas y las redes sociales, desde aquel tiempo se compartieron las publicaciones y a propia familia las estuvo compartiendo”, dijo.
Partiendo de los datos dados a conocer por el fiscal, este medio no encontró ningún dato sobre la emisión de la Alerta Ámber por la fiscalía del estado para Laura Valeria.
Contrario a lo informado por Herrera Cepeda, en el 2017, tras la desaparición de la niña y su madre, los familiares crearon una página en redes sociales para el seguimiento de su búsqueda, en donde compartieron en algunas ocasiones una Alerta Amber Nacional.
Así mismo fue difundida la prealerta estatal y un boletín de búsqueda de la Fiscalía General de la República.
Al respecto, Enrique Martínez, integrante del equipo jurídico del Centro Fray Juan de Larios, señaló que la familia informó que tras la desaparición de la menor, el Ministerio Público sostuvo que no se cumplían los requisitos para activar una Alerta Ámber.
Estos son: que la persona desaparecida sea un menor de edad; que exista la probabilidad de que sea víctima de un delito; y que esté desaparecida, los cuales FJDL consideró que sí existían.
Así mismo, Karla Ríos Villela, tía de la menor, reveló durante una de las audiencias que el Ministerio Público intimidó a la familia para que la alerta no fuera emitida, argumentando que esta podría poner en riesgo a la niña, e incluso los presionaron para firmar un documento que los hacía responsables de cualquier consecuencia que pudiera tener su activación, por lo que esta acción fue descartada.
A raíz de ello, la familia, en conjunto con FJDL, solicitó una audiencia de control de garantías donde la Jueza de Primera Instancia del Sistema Penal Acusatorio y Oral del Distrito Judicial de Torreón, Karla Lizbeth Martínez Medina, sin perspectiva de género y sin tomar en cuenta los derechos de la niña, actuó a favor de la institución.
El abogado explicó que el Ministerio Público argumentó que se habían cumplido los elementos en la búsqueda con la emisión de la prealerta, lo cual fue respaldado por la jueza, quien determino que esta funcionaba de la misma manera que una alerta, por lo que su activación no era necesaria.“Hay una mala interpretación de la ley, tanto por la juzgadora como del Ministerio Público, porque son muy claros estos tres elementos”, dijo.
Fue entonces que Karla Ríos Villela, tía de la menor, asesorada por el equipo jurídico de FJDL, decidió interponer un amparo contra la decisión de la jueza.
Como resultado de este, Rodrigo Allen Ortiz Orozco, Juez séptimo de Distrito en la Laguna con sede en Torreón, ordenó a la fiscalía activar la Alerta Ámber por la desaparición de Laura Valeria, quien contaba con un año y tres meses de edad cuando desapareció el 7 de octubre de 2017 en Torreón, Coahuila.
La alerta, emitida hace algunos días, será evaluada para que permanezca activa de manera permanente hasta dar con el paradero de Valeria.
Así mismo, la Fiscalía General del Estado de Coahuila de Zaragoza ofreció una recompensa de 300 mil pesos para quien aporte información fidedigna que lleve a la localización de la niña y de su mamá Liliana Leticia Ríos Villela.
La desaparición
Laura Valeria y su mamá Liliana Leticia, fueron vistas por última vez en Torreón, Coahuila, el sábado 7 de octubre del 2017, cuando tenían 1 año y 26 años, respectivamente.
Salieron de un domicilio en el fraccionamiento Latinoamericano hacia El Tajito, pero nunca llegaron a su destino. Se trasladaban hacia el negocio de su exsuegra y abuela en una camioneta GMC Sierra, modelo 2009, color blanco, la cual tampoco ha sido ubicada.
