Las mujeres a las que se les coloca un pesario vaginal por prolapso de órganos pélvicos lo utilizan durante una mediana de 3,3 años, según una gran cohorte retrospectiva austriaca tratada en una consulta externa de uroginecología. Los motivos de la interrupción del uso del pesario no están suficientemente claros. Solo el 3 % señala expresamente la hemorragia o el dolor como motivo de interrupción. El estudio se ha publicado en la revista Maturitas.
El prolapso de órganos pélvicos se caracteriza por el deslizamiento de la vejiga u otro órgano pélvico hacia la vagina. Afecta a alrededor del 50 % de las mujeres en los exámenes vaginales sistemáticos, pero solo entre el 3 % y el 6 % refieren síntomas (por ejemplo, problemas urinarios o molestias durante las relaciones sexuales). Un pesario vaginal, que es un pequeño dispositivo no quirúrgico que se inserta en la vagina, es uno de los tratamientos de primera línea para el prolapso de órganos pélvicos. El pesario suele tener una tasa baja de efectos adversos (p. ej., erosión vaginal, hemorragia o dolor).
En los resultados de este estudio se indica que el uso de un pesario es una opción no quirúrgica segura y satisfactoria para el prolapso de órganos pélvicos. Esto debería ayudar a fundamentar la toma de decisiones en cuanto a la colocación de un pesario.
Este estudio de cohortes retrospectivo incluyó a las 779 pacientes a las que se colocó un pesario vaginal por prolapso de órganos pélvicos entre 2007 y 2022 en un único centro de Austria.
El criterio de valoración principal fue la duración del uso definida por la fecha de inserción hasta la fecha de la intervención quirúrgica del suelo pélvico.
Las mujeres a las que se les coloca un pesario vaginal lo utilizan durante una mediana de 3,3 años. Parece existir una distribución bimodal de las usuarias: El 30 % opta por el tratamiento quirúrgico, normalmente en los 4 meses siguientes a la colocación inicial del pesario, mientras que el 47 % sigue utilizándolo durante al menos 15 años (el periodo máximo de observación).
La causa más común de la interrupción del uso del pesario fue "deseo de la paciente" en el 23 % de los casos, pero sin especificar la naturaleza del problema. Sólo el 3 % de las mujeres señalan "erosión, hemorragia, dolor" como motivos de la interrupción.
Las principales limitaciones del estudio fueron su diseño observacional retrospectivo, el análisis en un solo centro y una gran fracción (18 %) de pacientes cuyo seguimiento se perdió.
