Los decesos por suicidio incremetaron 50% en la última década con una prevalencia significativa en la población joven. El suicidio ya está entre las cinco principales causas de muerte en la población de entre 10 y 34 años.
Cada septiembre se realizan acciones entorno al Día Mundial de la Prevención del Suicidio. El objetivo es visibilizar, crear conciencia, generar debate e informar sobre la salud mental.
La prevalencia de problemas de salud mental ha incrementado en los últimos años y las muertes por suicidio han alcanzado niveles históricos. En México se registraron 22 suicidios diarios, en promedio, durante el 2022.
Históricamente la salud mental ha sido una de las dimensiones de la salud más olvidadas, pero con la pandemia y los profundos aumentos en muertes por suicidio dejan expuesta la necesidad urgente de abordar, promover y universalizar el derecho a la salud mental.
Las cifras muestran que en los últimos 10 años los fallecimientos por suicidio crecieron 50 por ciento.
Esto se alinea con la prevalencia de padecimientos relacionados con la salud mental como la depresión, el estrés y la ansiedad producidas por bajas emocionales relacionadas con la familia, el nivel socioeconómico, el trabajo o la escuela.
De acuerdo con un reporte de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), en el 50% de los intentos de suicidio se identificaron causas como: trastornos psicóticos, ataques de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal o la pérdida de estatus económico o del empleo.
En 2021, la cifra más reciente disponible después de la pandemia, se observó un incremento en la tasa de casos nuevos de depresión tanto en hombres como en mujeres.
Las cifras sobre mortalidad del Inegi también muestran que la población joven es la que enfrenta mayores riesgos de desarrollar padecimientos graves de salud mental. En 2022, el suicidio se ubicó entre las cinco principales causas de muerte en adolescentes y jóvenes.
Es alarmante: el suicidio fue la cuarta causa de muerte en niños y adolescentes de 10 a 14 años y la tercera en el grupo de jóvenes de 15 a 24 años. De acuerdo con la OMS, algunos factores que aumentan el riesgo de suicidio en la población joven son:
- Consumo temprano de sustancia
- Acceso ilimitado a medios digitales y redes sociales
- Abuso sexual
- Abandono familiar
- Imitación o contagio social
- Acoso escolar
Los obstáculos en la atención de problemas de salud mental
Atender la salud mental de la población es fundamental para reducir la prevalencia de muertes por suicidio. Algunos de los obstáculos que México enfrenta para mejorar la salud mental son: el difícil acceso a servicios de salud, la estigmatización de los trastornos mentales y la escaza medición de estos padecimientos.
En términos de la cobertura médica se observa que 4 de cada 10 mexicanos presentan carencia en el acceso a servicios de salud. Para toda esta población queda la opción de buscar atención en las unidades del Insabi o acudir a unidades privadas, si pueden pagarlo.
Por otro lado, los prejuicios sobre algunos trastornos mentales impiden que las personas identifiquen si los padecen, busquen ayuda y tratamiento especializado. Muchas personas podrían estar enfrentando depresión, ansiedad, trastornos de conducta alimentaria o estrés crónico y ni siquiera lo saben.
Esta autopercepción y prevalencia tiene diferencias etarias y de género. Mientras el 36% de las mujeres mayores de 12 años dicen que se han sentido deprimidas al menos una vez en sus vidas, sólo el 25% se ha sentido así. Incluso un 1% de los hombres contestó que no sabe con certeza si ha padecido depresión o no.
