La remisión de la prediabetes puede proteger contra el desarrollo de diabetes
AGENCIAS / EL TIEMPOLa intervención en el estilo de vida, el tratamiento farmacológico o una combinación de ambas pueden prevenir la diabetes mellitus en personas con prediabetes.
Las medidas no farmacológicas, como la reducción de peso mediante más ejercicio y una dieta sana, tienen incluso un efecto duradero. Los nuevos datos de un estudio del Centro Alemán de Investigación sobre la Diabetes (DZD) confirman ahora los beneficios de la reducción de peso para la prevención de la diabetes en pacientes con prediabetes. Así lo señalan la Sociedad Alemana de Diabetes y la Sociedad Alemana de Medicina Nutricional en vísperas de la Conferencia de Otoño sobre Diabetes.
Un estilo de vida sano y eficaz
En los últimos años, varios estudios de intervención han demostrado que la diabetes puede prevenirse en personas con alto riesgo de desarrollar la enfermedad metabólica (prediabetes) cambiando su dieta y/o aumentando su actividad física, tal y como informan Corinna Dannecker y sus colaboradores (Instituto de Investigación sobre Diabetes y Enfermedades Metabólicas del Helmholtz Zentrum München, Universidad de Tubinga, Centro Alemán de Investigación sobre Diabetes, Neuherberg) en 2020.
Ya se han presentado los datos de la fase de seguimiento de la mayoría de los estudios de prevención. Estos muestran que un cambio en el estilo de vida, con una dieta sana y actividad física, también puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes a largo plazo, incluso una vez finalizada la intervención activa. Según Corinna Dannecker y sus compañeros, el efecto positivo persiste incluso durante más de 20 años. Además, los estudios han aportado pruebas de que la intervención sobre el estilo de vida también puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo. Sin embargo, los autores subrayan que es importante señalar que una intervención sobre el estilo de vida no salva a todo el mundo de la diabetes, como a menudo se sugiere.
Especialmente importante: reducir el exceso de peso
La obesidad es, con diferencia, el factor de riesgo más importante para el desarrollo de diabetes de tipo 2 o prediabetes. Por ello, las intervenciones sobre el estilo de vida se consideran la medida más importante para prevenir el desarrollo de un trastorno metabólico diabético, subrayan las dos asociaciones profesionales. "Sin embargo, estas medidas no solo tienen un efecto preventivo, sino que también son importantes incluso si los niveles de azúcar en sangre ya han cambiado significativamente", afirma la Dra. Diana Rubin, Presidenta de la Asociación Alemana de Diabetes (DDG) y Médica Jefe del Centro de Medicina Nutricional y Diabetología del Hospital Vivantes Humboldt y del Hospital Spandau.
En la actualidad hay varios estudios que demuestran que el tratamiento nutricional intensivo puede hacer remitir incluso la diabetes de tipo 2 en las fases iniciales. Esto también reduce el riesgo de padecer las graves enfermedades secundarias a la diabetes de tipo 2.
Para lograr la remisión, al principio es importante que los pacientes pierdan peso. "Cuanto más significativamente se reduzca el peso corporal, más probabilidades habrá de que se normalicen los niveles de glucosa en sangre", afirma Rubin. El estudio actual demuestra que la reducción de la grasa abdominal, en particular, es crucial para el éxito del tratamiento. Ello se debe a que este tejido adiposo puede favorecer la inflamación y reducir el efecto de la insulina, hormona reductora de la glucemia, en el organismo. Según la DZD, el objetivo debe ser, por tanto, reducir el perímetro de la cintura al menos 4 centímetros en las mujeres y 7 centímetros en los hombres.
Los datos de un nuevo estudio
La publicación actual es un análisis post-hoc predefinido del estudio aleatorizado, controlado y multicéntrico de intervención en el estilo de vida para la prediabetes (PLIS). Para el estudio, se reclutaron participantes de 8 centros de estudio en Alemania entre el 1 de marzo de 2012 y el 31 de agosto de 2016 y se asignaron aleatoriamente a una intervención de control, una intervención estándar en el estilo de vida o una intervención intensificada en el estilo de vida durante 12 meses. Los resultados se validaron utilizando participantes del estudio del Programa de Prevención de la Diabetes (DPP). En el estudio DPP, los participantes fueron reclutados entre el 31 de julio de 1996 y el 18 de mayo de 1999 en 23 centros de ensayos clínicos de Estados Unidos y asignados aleatoriamente a una intervención estándar sobre el estilo de vida, metformina o placebo.
Tanto en el estudio PLIS como en el DPP, solo se incluyeron en el análisis los participantes aleatorizados para recibir una intervención sobre el estilo de vida o un placebo y que habían perdido al menos el 5 % de su peso corporal.
Se definieron como respondedores los individuos que recuperaron un nivel normal de glucosa plasmática en ayunas (<5-6 mmol/L), una tolerancia normal a la glucosa (<7-8 mmol/L) y un nivel de hemoglobina glicosilada (HbA1c) inferior a 39 mmol/mol al cabo de 12 meses.
Los no respondedores se definieron como individuos cuya glucosa plasmática en ayunas, glucosa a las 2 horas o HbA1c estaban por encima de estos umbrales. Los principales resultados de este análisis fueron la sensibilidad a la insulina, la secreción de insulina, el tejido adiposo visceral y el contenido lipídico intrahepático.
De los 1.160 participantes reclutados para el PLIS, 298 (25,7 %) tenían una pérdida de peso igual o superior al 5 % al inicio del estudio. 128 (43 %) de los 298 participantes respondieron y 170 (57 %) no respondieron. Los respondedores eran más jóvenes que los no respondedores (media de edad 55,6 años frente a 60,4 años; p<0-0001). La cohorte de validación del DPP incluyó a 683 participantes que habían perdido al menos el 5% de su peso corporal al inicio del estudio. De ellos, 132 (19% ) respondieron y 551 (81 %) no respondieron.
Como informan los autores, la reducción del índice de masa corporal (IMC) en el estudio PLIS fue similar entre respondedores y no respondedores (respondedores: media al inicio 32,4 kg/m2 a media a los 12 meses 29,0 kg/m2; no respondedores de 32,1 kg/m2 a 29,2 kg/m2). La sensibilidad a la insulina aumentó más en los respondedores que en los no respondedores, mientras que la secreción de insulina no difirió dentro de los grupos ni entre ellos a lo largo del tiempo. El contenido lipídico intrahepático disminuyó en ambos grupos sin diferencias entre ellos, pero el tejido adiposo visceral disminuyó más en los pacientes que respondieron en comparación con los que no respondieron. Los pacientes que respondieron tenían un 73 % menos de riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 en los 2 años siguientes al final de la intervención.
Dado que la vuelta a la regulación normal de la glucosa previene el desarrollo de la diabetes de tipo 2, los autores sugieren que la remisión de la prediabetes debería ser el objetivo terapéutico principal en las personas con prediabetes.
Importancia de un tratamiento nutricional intensivo e individualizado
Para lograrlo, los afectados necesitan un apoyo intensivo de tratamiento nutricional, según la declaración de las organizaciones especializadas. Este apoyo debe planificarse individualmente, afirma Rubin. Solo si se tienen en cuenta las circunstancias vitales de las personas, como el ritmo diario dictado por su trabajo o su familia y sus antecedentes culturales, es posible no solo lograr la reducción de peso requerida del 10 al 15 %, sino también mantenerla a largo plazo.
Sin embargo, también hay personas con diabetes para las que se aplican otros objetivos de tratamiento. "En las personas mayores, por ejemplo, cuya masa muscular ya está muy reducida, no se busca una reducción de peso adicional", explica Rubin. En este caso, la intervención del tratamiento nutricional se centra en un aporte adecuado de proteínas que, junto con el ejercicio, fortalece los músculos, pero esta intervención también mejora los niveles de azúcar en sangre.
La remisión ya no suele ser posible para las personas que padecen diabetes de tipo 2 desde hace muchos años o para los subtipos de diabetes de tipo 2 con déficit de secreción de insulina. En esta fase, el asesoramiento nutricional tampoco tiene como objetivo principal la pérdida de peso, ya que ésta suele producirse a expensas de la masa muscular. No obstante, una dieta mediterránea tradicional también se asocia a beneficios para la salud de estas personas, entre ellos un mayor tiempo de supervivencia.
"Estos ejemplos demuestran que el tratamiento de la diabetes basado en los últimos resultados de la investigación también debe ser cada vez más individualizado y diferenciado en términos de dieta", concluye Rubin. Desgraciadamente, esto aún no se ha tenido suficientemente en cuenta en los actuales programas de formación sobre diabetes.
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