Dentro de la larga lista de tópicos que cubren las creencias populares, siempre está incluido el sexo. Desde lo perjudicial que puede ser la masturbación, hasta la relación que tienen la altura, o la longitud de la nariz con el largo del pene, entre muchos otros.
Para aportar información a la cultura popular podemos decir que entre la longitud de la nariz y el tamaño del pene no hay relación, o por lo menos no hay respaldo científico que revele ese detalle de la intimidad masculina a través de un rasgo tan evidente en el rostro. Pero lo que sí está sorprendentemente relacionado es la sinusitis con la disfunción eréctil.
Y es que, con lo que menos imaginamos, se demuestra que todo en nuestro cuerpo está conectado de alguna manera, y en este caso son dos condiciones de salud que no parecerían tener ningún vínculo.
Se sabe, con respaldo científico, que la disfunción eréctil puede ser señal de alguna enfermedad subyacente, pero veamos cómo se relaciona con la sinusitis, específicamente con la rinosinusitis crónica, una afección común que, según la Clínica Mayo, se produce cuando los senos paranasales se inflaman de forma prolongada y que puede estar ocasionada por distintos factores como alergias e infecciones.
La disfunción eréctil, es la incapacidad de mantener erecciones el tiempo suficiente como para llevar a cabo relaciones sexuales satisfactorias.
La doctora Rena Malik, uróloga y educadora sexual, explica que, aunque no parezca gran cosa, la rinosinusitis crónica tiene un gran impacto en la calidad de vida de una persona que la sufre puesto que entre sus síntomas se cuentan dolores de cabeza, de oído, de la cara, tos, dificultad para respirar, dolor de garganta y cansancio o fatiga.
La especialista cita el estudio “Chronic Rhinosinusitis and the Risk of Erectile Dysfunction”, en el cual se recolectó información de 17.000 individuos, que incluía personas que recibían tratamiento para la disfunción eréctil y también que no lo recibían. Analizaron datos como edad, raza, datos de salud, y al comparar detectaron que más de 700 sufrían de sinusitis y de ellos, más de 500 tenían también disfunción eréctil.
El estudio, donde se menciona que dentro de la reducción en la calidad de vida de quien padece rinosinusitis se incluye la salud sexual, arroja que efectivamente es muy significativa la asociación entre estas dos condiciones.
Aunque harían falta más estudios para comprobarlo, una posible explicación es que tanto la rinosinusitis crónica como la disfunción eréctil involucran inflamación y daño de vasos sanguíneos, lo cual reduce el flujo sanguíneo y oxigenación de los tejidos. Además, se reduce la producción de óxido nítrico, un regulador de la presión sanguínea y que es fundamental para que se inicie y mantenga la erección.
Otra explicación apunta que la sinusitis dificulta el descanso correcto durante las horas de sueño, y esto es fundamental para el correcto desempeño sexual tanto para hombres como para mujeres. En todo caso, la mejor recomendación es que si se sufre de cualquiera de las dos condiciones se consulte con un especialista quien es la persona adecuada para hacer el diagnóstico adecuado y ofrecer opciones de tratamiento.
