Por eso, sin importar los comentarios ajenos, cuando sientas el impulso, llora. Hoy te mostramos por qué no deberías reprimir la necesidad de llorar.
Tal vez alguna vez hayas oído o te hayan dicho que reprimir las lágrimas es perjudicial. Ya sea durante una película, escuchando música, durante un relajante baño, sola o acompañada, de enojo, tristeza o incluso felicidad, no hay nada de malo en llorar un poco.
No olvidemos que algunos filósofos creían que llorar actuaba como un purgante que purificaba el alma.
Por qué no deberías aguantarte las ganas de llorar
Según un artículo de Harvard Health Publishing, cuando evitamos llorar, estamos recurriendo a una estrategia represiva que se ha vinculado a las siguientes condiciones.
- Un sistema inmunitario menos resistente.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Hipertensión.
- Afecciones de salud mental como el estrés, la ansiedad y la depresión.
Según Health Digest, el llanto es un comportamiento que te tranquiliza porque si no lloras, podrías quedarte en un estado de estrés, como lo afirma un estudio de 2014 publicado en Frontiers in Psychology.
Tus ojos llorosos tienen la hormona corticotropina, que es un analgésico natural y regula el estrés según Headspace, por lo tanto, si las contienes, te afectará de la siguiente manera:
- Tu toma de decisiones.
- Tu concentración.
- Puede llevarte a tener poca energía.
El llanto es una forma de liberar el exceso de estrés y tensión en el cuerpo, según Nicole Van Groningen, médica internista en el centro médico Cedars-Sinai, citada en Shape.
Nuestro cerebro envía señales a las glándulas suprarrenales para que liberen hormonas del estrés, como adrenalina y cortisol, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Contener el llanto solo provocará opresión en el pecho y dificultad para respirar.
Los beneficios de llorar para la salud
Según Harvard Health Publishing, llorar resulta beneficioso para liberar estrés y dolor emocional. También promueve el apego, la empatía y el apoyo de seres queridos. Health Digest afirma que después de llorar te sientes mejor al liberar hormonas del estrés y permitir que mente y cuerpo se relajen. Llorar es saludable, más de lo que piensas, y está bien no estar bien a veces. Tómate un momento para respirar y dejarlo salir.
