El Instituto para el Control Global del Tabaco, de la Universidad Johns Hopkins, revela que México está en un grupo muy selecto de países que han logrado implementar políticas antitabaco. Se ubica en el 4º lugar en la región de las Américas y en el 28º a nivel mundial, entre los países que siguen las medidas para el control de los pictogramas de advertencia de salud. Pero aún hay oportunidades de mejora, advierten.
En todos los países hay una gran cantidad de personas fumadoras, y México no es la excepción. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, hay 15 millones de fumadores, de los cuales, 684, 000 (5%) son adolescentes de 12 a 17 años. El consumo del tabaco provoca más de 7 millones de muertes prematuras anuales en el mundo, cifra que incluye 600,000 muertes debidas a la exposición al humo de tabaco de segunda mano. Al mismo tiempo, el tabaquismo es un factor de riesgo recurrente en 6 de las principales 8 causas de muerte a nivel global, y ocasiona 1 de cada 6 fallecimientos por enfermedades no transmisibles. Para el combate a este mal que aqueja en diferentes sociedades necesitamos datos, y esa es la misión del Instituto para el Control Global del Tabaco, de la Universidad Johns Hopkins.
Este se ha dedicado a realizar análisis sobre el impacto de la industria tabacalera y el consumo del cigarrillo entre los mexicanos. Graziele Grilo, coordinadora principal del programa de investigación y líder regional para América Latina del IGTC, asegura que traer los datos y la evidencia científica de una manera accesible es muy importante porque refuerza las medidas ya implementadas y abre la discusión para otros países, parte de su misión es promover políticas que sean basadas en evidencia, tener datos con rigor para que los tomadores de decisiones puedan tener mucha claridad e implementar políticas que sean eficaces para el control del tabaco.
Explica a El Economista que mucho de lo que hacen está relacionado con el Convenio Marco para el Control del Tabaco, que es un tratado internacional de la Organización Mundial de la Salud y en el que más de 180 países son signatarios, entre ellos México, que fue el primero de América Latina en firmar el convenio. “La idea de este tratado es que la evidencia proveniente de estudios sobre el control del tabaco sea la base para ir generando soluciones, además es importante que la investigación siga a lo largo del tiempo porque muchas cosas van cambiando, en la industria, en las reglas de los países, en la sociedad misma, por eso se requiere de actualizaciones constantes”.
Es importante que la gente sepa que se cuenta con un sitio que contiene información sobre políticas públicas relacionadas, por ejemplo, con cigarrillos electrónicos y cómo se regulan esos productos, evaluación sobre el empaquetado de los productos de tabaco, el cambio de las advertencias sanitarias, la información sobre los riesgos del tabaco y si este tipo de medidas cumplen o no con lo que dice la Ley. También existe una herramienta denominada Global Tobacco Control Progress Hub, que contiene un análisis de cada país que es signatario del convenio marco.
México a la vanguardia, pero con oportunidades de mejora
Sobre la situación de México y los resultados de los estudios, Grilo detalla que se han implementado nuevas políticas y esto ha sido un gran logro, en cuestión de publicidad, promoción y patrocinio, al prohibir la exhibición de productos de tabaco en los puntos de venta, “así México está en un grupo muy selecto de países que han logrado implementar esa política”. México se ubica en el 4º lugar en la región de las Américas y en el 28º a nivel mundial entre los países que siguen las medidas para el control de los pictogramas de advertencia de salud (etiquetados).
Hizo hincapié en los espacios 100% libres de humo y la legislación que la respalda y que la hace fuerte. “México ha sido líder en el control del trabajo y tiene muchas oportunidades para seguir enfrentándolo, pues siempre hay algo más que hacer, como el empaquetado neutro donde la idea es que no se tenga ningún tipo de publicidad, porque ahí sí se ha encontrado que en México el empaque es muy atractivo, por lo que incitan a fumar y a la curiosidad, especialmente para personas que se van iniciando”.
Otro dato que han revelado los estudios es que los aditivos de sabores, son un atractivo muy fuerte, especialmente para los jóvenes, esto despierta mucha curiosidad y tienen muchos sabores distintos para probar. “Los participantes identifican fácilmente las imágenes de cápsulas con sabor, asocian los colores de las cajetillas con sabores específicos y responden favorablemente a estos atributos, interpretando que para la mayoría de estos formatos los jóvenes son el público principal de los productos saborizados. Los resultados del estudio revelan también que las tabacaleras multinacionales emplean estrategias similares para atraer a los jóvenes hacia sus productos, especialmente para el consumo de cigarrillos con sabor. Los fumadores más jóvenes tienen apertura a probar sabores desconocidos, ya que les despiertan curiosidad”, se lee en los resultados.
Por otro lado, la industria tabacalera sigue siendo un obstáculo importante para la implementación de políticas de control del tabaco, debido al aprovechamiento de los vacíos legales en las reglamentaciones sobre publicidad, promoción y patrocinios. Un ejemplo, se encontró que se usan fechas representativas para los mexicanos para promover el consumo de tabaco. El 15 y 16 de septiembre con el Día de la Independencia y el 1 y 2 de noviembre con el Día de Muertos. En este sentido se encontraron cómo las empresas tabacaleras hacían alusión al simbolismo cultural en su comercialización, por eso El IGTC hizo un llamado para que las autoridades de México consideren el empaquetado sencillo y estandarizado para disminuir el atractivo del cigarrillo, quitar los sabores para frenar aún más la innovación de la industria tabacalera.
