"Impulsar el arte y la cultura es un tema prioritario".
Melissa Jamin Beyer es una artista completa y su mayor reto ha sido explorar las artes, en cualquiera de sus expresiones, pues requiere paciencia, tiempo y dedicación. Con disciplina ha procurado fomentar el hábito de dedicar al menos 5 o 10 minutos de su día a escribir algunos párrafos o a hacer algún dibujo en su cuaderno para continuar aprendiendo y mejorando sus habilidades.
Melissa eres amante del arte en sus diversas expresiones, ¿qué ramas son las que más te fascinan?
"Me considero una persona multi apasionada de las artes y me fascina continuar aprendiendo nuevas técnicas y explorando disciplinas artísticas. Actualmente, disfruto mucho dibujar, ilustrar, pintar, escribir y hacer teatro. En Monclova, imparto un taller mensual de dibujo en la tienda de decoración Fusión 8 y también formo parte del grupo de teatro Carreta de Locos, habiendo participado en al menos tres puestas en escena en los últimos dos años".
¿A qué edad te diste cuenta de que tenías el don para desempeñar actividades artísticas?
"Más que un don, considero que la facilidad por desempeñar actividades artísticas es una práctica que se nutre a lo largo del tiempo con constancia y dedicación, y que todos podemos llegar a desarrollar. En mi caso, desde que tengo memoria he sentido afinidad por el arte y por las letras. Además, tengo la fortuna de haber crecido en una familia que me motivó, me nutrió y me impulsó a explorar mi curiosidad artística, y que hasta hoy día lo siguen haciendo".
¿Consideras que en Monclova y la Región Centro deberían impulsar más las actividades culturales?
"Aplaudo las iniciativas ya existentes y los esfuerzos llevados por instituciones públicas y privadas de promoción cultural en nuestra región. No obstante, considero que sería muy positivo darles un impulso adicional, que permita atender al cuantioso talento emergente que tiene nuestra comunidad, ya que a veces se enfrenta la dificultad de no encontrar incentivos o espacios suficientes para promover el trabajo artístico. Las artes y la cultura son parte integral del desarrollo y del equilibrio emocional de las personas, por lo cual soy una firme creyente de que impulsar la práctica artística en cualquiera de sus formas, así como las actividades culturales en general, debe ser siempre un tema prioritario para contribuir al bienestar de la comunidad".
Has viajado por muchos países, entre ellos China, ¿cuál es la diferencia más marcada entre esta milenaria cultura y la nuestra?
"En cuanto a las formas de recordar a nuestros difuntos y de lidiar con el tema de la muerte, China también tiene una festividad para honrarlos, conocida como Qing Ming y que ocurre en abril de cada año. No obstante, la utilización de imágenes que aluden directamente a la muerte, como lo son las calacas y calaveras, tan predominantes ya en nuestra cultura, es algo que no vi durante mis diez años de estancia en aquel país y que despertaba sentimientos contradictorios de curiosidad y espanto entre mis amigos chinos adultos. En cambio, los niños chinos veían nuestro altar de muertos y a sus elegantes calaveras con una mezcla de curiosidad, risas y fascinación, ávidos de aprender más sobre la cultura mexicana".
Próximamente, presentarás tu nuevo libro, ¿nos puedes platicar su tema y qué te motivó a cristalizarlo?
“Morir a la mexicana” es una antología de doce calaveras literarias biográficas de personajes destacados en la historia de México. Incluye a personajes como la Malinche, Venustiano Carranza, Carlota de México, María Félix, Harold R. Pape y Ricardo Legorreta, por mencionar algunos. Comencé a escribir este tipo de calaveras cuando residía en China, pues durante varios años colaboré activamente con nuestra Embajada en Beijing para escribir calaveras literarias que acompañaran los altares de muertos que se montaban cada año y que podían visitar mexicanos y extranjeros para aprender sobre nuestra peculiar celebración. Posteriormente, le tomé el gusto y continué escribiendo más, y cuando me percaté que ya tenía bastantes, surgió la idea de compilarlas en formato de libro, para lo cual solicité la colaboración de un destacado artista de Monclova, cuyo trabajo admiro, Jesús Guajardo de los Santos, quien dibujó unas exquisitas ilustraciones y viñetas que acompañan cada uno de mis textos".
¿Crees que al ser mundial el respeto a la muerte hace que países tan distintos se identifiquen con nuestras tradiciones?
"La muerte va más allá de cualquier barrera geográfica o política, pues forma parte de nuestra condición humana, así que sin importar el país o la cultura, siempre ocupa un lugar importante en las tradiciones. Para algunas culturas es un tema tabú, mientras que para otras, como la nuestra, es un tema más bien festivo. Nuestra forma de conmemorar a los difuntos podría considerarse un tanto atípica en muchos otros países, ya que está engalanada con color, risas y algarabía, y me parece que es precisamente ese factor el que despierta mucha curiosidad sobre nuestra celebración. Al final del día, sea cual fuera la expresión cultural, todas son válidas de reconocer que la muerte tarde o temprano tocará a nuestra puerta y que es una parte ineludible que va de la mano con el hecho de estar vivos".
Las calaveras son la expresión jocosa de la muerte, ¿existe una en especial que hayas escrito?
"A la Catrina es mi favorita, pues aunque no fue una persona de carne y hueso, sí es un personaje muy vivo y muy presente en la cultura e idiosincrasia mexicana. También he escrito calaveras a mis familiares que ya se me adelantaron en el camino, como a mi padre y a mis abuelos".
