"Podemos unir las mentes y hacer cosas hermosas".
Representando la fuerza juvenil, desde hace 8 años dentro del Club Rotario de Piedras Negras, el cual se divide en diversas áreas, el doctor en Salud Pública Alberto Rafael Román Soltero, ha logrado ser reconocido por su gran labor altruista con la sociedad nigropetense, pero también gracias a los proyectos personales que ha venido llevando a cabo, entre ellos el lograr su doctorado y la maestría en Ciencia de Datos en la Facultad de Salud Pública en Harvard además de una ingeniería en la UTNC, a la cual se suma el más reciente logro a través de Edemi, organización a su cargo que logró entregar la primera prótesis de brazo movible a una pequeña de 3 años apenas y con esto darle una ezperanza.
Alberto ¿Cómo es que inicia tu vida dentro de Rotarios?
"Justo estaba recapitulando hace poco que voy para 8 años en Rotary como socio, que en realidad desde hace 14 años tengo una relación directa con ellos porque inicie como becario y por lo mismo me he podido desplazar muy bien en la organización, pues empecé siendo un beneficiario de Rotary, quienes me apoyaron con una beca para preparatoria y posteriormente tras competir y echarle muchas ganas pude lograr irme a Alemania, esto en el 2015 y 2016 a mi internado de la ingeniería, y posterior a ello tuve la posibilidad de ingresar a mi club Rotario, en ese entonces todavía no estaban posicionados los Rotarac".
¿Cómo nació en ti el deseo o anhelo de brindar ayuda a personas que lo necesitan?
"Yo tengo la fortuna de que mis padres, ambos, tuvieron una carrera universitaria, mi mamá, que en paz descanse, era arquitecta y mi papá es Ingeniero en Desarrollo Rural, cuando tenía 8 años tuvimos un accidente en la carretera Querétaro-San Luis, donde mi mamá quedó en silla de ruedas, ese accidente cambio nuestra vida por completo y a pesar de que ambos padres contaban con carrera nosotros no venimos de una familia de abolengo, ellos se esforzaron mucho para poderlo alcanzar y la situación de la familia en general rondaba en la supervivencia de mi mamá, Dios nos la prestó más tiempo del que estipulaban, que eran 3 años, pero falleció el año pasado, entonces todo esto te da una conciencia muy diferente de lo que es convivir con una persona que tiene necesidades especiales, que tiene algún tipo de discapacidad, convivir en una familia".
¿Qué significa para ti aportar ese granito de arena a la sociedad?
"La realidad es que cuando estás consiente desde muy pequeño de que está vida no es justa, nadie tiene lo que merece, existen situaciones que van más allá, yo lo veía en mi casa, mis padres, mis abuelos se esforzaron mucho por hacer algo en la vida y está situación del accidente, que fue verdaderamente fue un accidente, cambia la vida de una familia y no hay una especie de justicia divina de decir me estoy portando bien y por eso todo marcha bien, entonces eso te hace ser consciente desde muy chico que hay que voltear a ver para todos lados y que por desgracia la sociedad cree que estas personas vulnerables son de allá, de un espacio lejano, como si fueran de otra especie".
Un punto a destacar en toda tu carrera es que cuentas con el apoyo incondicional de tu esposa Cecilia, que también forma parte de Rotarios...
"Indudablemente, sin mi esposa nada de esto sería posible, la realidad es que tenemos 10 años de novios y 5 de casados y ella al día de hoy rige la parte jurídica de EDEMI, al cien por ciento, yo soy más de las cuestiones técnicas, ella fue presidenta de Rotarac, es dama rotaria de nuestro club y próximamente social y si, la realidad es que es un apoyo enorme, nada de esto sería posible, una persona me decía "no puedo creer como pudiste llevar tu casa, EDEMI, el doctorado y lo de la prótesis entregada" y yo dije es que no lo hice solo, no hubiera logrado nada de eso porque es un trabajo en equipo y además hay muchas personas involucradas y la primera es Ceci, el soporte y de juntos ir teniendo la oportunidad de construir todo esto".
