Las dietas cetogénicas pueden mejorar los niveles de hormonas reproductivas en mujeres con síndrome de ovario poliquístico, sugiere una nueva investigación.
En la primera revisión sistemática y metanálisis de los ensayos clínicos sobre esta asociación, las dietas cetogénicas seguidas de 45 días a 24 semanas mostraron mejoras en la proporción de hormona luteinizante/hormona estimulante del folículo, testosterona libre en suero y globulina fijadora de hormonas sexuales séricas.
La evidencia anterior que respalda las dietas cetogénicas para el síndrome de ovario poliquístico ha sido "relativamente irregular" y, aunque ha habido revisiones sobre el tema, este es el primer metanálisis, escribieron la Dra. Karniza Khalid, de los Institutos Nacionales de Salud, Ministerio de Salud de Malasia, y sus colaboradores.
El coautor del estudio, Dr. Syed A.A. Rizvi, Ph. D., dijo a Medscape Noticias Médicas: "Nuestro artículo respalda los efectos positivos de las dietas cetogénicas a corto plazo sobre los desequilibrios hormonales comúnmente asociados con el síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad compleja asociada con una multitud de síntomas que se presentan entre los individuos. Basados en la presentación y las circunstancias individuales de la paciente, además del tratamiento farmacológico, los cambios en el estilo de vida y una dieta cetogénica pueden conducir a mejoras aún más rápidas".
Sin embargo, el Dr. Rizvi, profesor de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Larkin University en Miami, Estados Unidos, advirtió: "Recomendaría encarecidamente una dieta cetogénica a las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico, pero todos sabemos que cada persona tiene una situación diferente. Es posible que algunas no quieran cambiar su dieta, es posible que algunas no puedan permitírselo y, para otras, simplemente es demasiado trabajo... por lo que, cualquier cambio de estilo de vida debe ser discutido y planificado cuidadosamente entre las pacientes y sus proveedores de atención médica".
Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 7 de septiembre en Journal of the Endocrine Society.[1]
Análisis examinó datos de siete estudios
La búsqueda de la literatura arrojó siete estudios calificados sobre dietas cetogénicas, generalmente definidas como una ingesta diaria de carbohidratos inferior a 50 g, permitiendo al mismo tiempo cantidades variables de grasas y proteínas. En los estudios se inscribieron un total de 170 participantes de Italia, China y Estados Unidos.
Los datos combinados mostraron una asociación significativa entre la dieta cetogénica y la relación hormona luteinizante/hormona estimulante del folículo reducida (p < 0,001), y la testosterona libre (p < 0,001). También hubo un aumento significativo en la globulina fijadora de hormonas sexuales séricas circulante (p = 0,002).
Por otro lado, los niveles séricos de progesterona no cambiaron significativamente (p = 0,353).
La pérdida de peso, un desenlace secundario, fue significativamente mayor con la dieta cetogénica (p <0,001).
"Dado que las dietas bajas en carbohidratos han demostrado ser efectivas para abordar la obesidad y la diabetes de tipo 2, tiene sentido que también sean útiles para los pacientes con síndrome de ovario poliquístico y, de hecho, así ha sido", anotó el Dr. Rizvi.
Los mecanismos exactos de los efectos hormonales no están claros, pero una teoría es que la reducción de la hiperinsulinemia debido a la dieta cetogénica disminuye la estimulación de la producción de andrógenos ováricos y aumenta los niveles de globulina fijadora de las hormonas sexuales séricas. Otra es que la cetosis fisiológica inducida por una ingesta baja de carbohidratos reduce tanto la insulina circulante como el factor de crecimiento similar a la insulina-1, suprimiendo así el estímulo sobre la producción de andrógenos tanto ováricos como suprarrenales.
El análisis no incluyó las tasas de embarazo; sin embargo, el Dr. Rizvi señaló: "Se han publicado estudios que muestran que [las pacientes con] síndrome de ovario poliquístico que siguen dietas cetogénicas han mejorado significativamente las tasas de embarazo, incluso mediante [fertilización in vitro]".
