Con un enfoque audaz y una trama que no dejará a nadie indiferente, esta nueva película es algo que no te puedes perder
Históricamente, las películas de suspenso erótico (desde "Ojos bien cerrados" de Stanley Kubrick hasta "Bajos instintos" de Paul Verhoeven y "En carne viva" de Jane Campion) han sido consideradas una rareza. Sin embargo, estos filmes han proporcionado intriga, emoción y tramas retorcidas. Durante la década de 1980 y principios de los años 2000, el thriller erótico fue uno de los géneros cinematográficos más populares y audaces.
Por lo general, un thriller erótico presenta una historia que se centra en gran medida en el romance, combinado con elementos de crimen o situaciones de alto riesgo, y suele incluir desnudez gráfica y escenas sexuales. La combinación de estos dos géneros, que son conocidos por aumentar la tensión en la audiencia, agregó un giro interesante al típico arquetipo de películas románticas o de suspenso. En este contexto se encuentra "Juego limpio", escrita y dirigida por Chloe Domont. La película, disponible en el catálogo de Netflix, se asemeja a una mezcla entre "Wall Street", "Disclosure" y "The War of the Roses" (todas las cuales, casualmente, protagonizó el ícono del thriller erótico en su momento, Michael Douglas).
La trama sigue a Luke y Emily (interpretados por Alden Ehrenreich y Phoebe Dynevor), una pareja increíblemente atractiva que trabaja en la misma firma financiera. Su apasionante relación se enfría significativamente cuando ella obtiene un ascenso codiciado por él. Domont explora la dinámica de género contemporánea en lugares de trabajo dominados por hombres, como el sector financiero, y cómo los desequilibrios económicos pueden afectar las relaciones personales. A diferencia de otros intentos fallidos, como "Cincuenta sombras de Grey" o "365 días", "Juego limpio" se destaca por su franqueza en cuanto a la sexualidad, lo que crea una atmósfera intrigante, un rasgo cada vez más raro tanto en las películas de los grandes estudios como en las producciones independientes.
Domont señala que tanto ella como los protagonistas trabajaron con un coordinador de intimidad para todas las escenas de sexo de la película, incluyendo un encuentro final impactante. "Esta es una pareja que ardía de deseo el uno por el otro. Mi objetivo era crear un thriller sobre la dinámica de poder en su forma más cruda, por lo que siempre tuve que llevar la película hasta ese momento [final]".
Hace tres décadas, es probable que "Juego limpio" hubiera sido financiada y distribuida por los mismos estudios que respaldaron thrillers eróticos anteriores, como "Atracción fatal" y "El color de la noche". Afortunadamente, Domont encontró socios entusiastas en T-Street, la productora supervisada por los exitosos creadores Rian Johnson y Ram Bergman. "Esos tipos estaban tan decididos como yo a hacer la película", señala Domont. Su determinación dio sus frutos cuando Netflix adquirió la película en el Festival de Sundance por un acuerdo de 20 millones de dólares, uno de los mayores acuerdos en la historia del festival.
