En el primer mes completo bajo las nuevas reglas de Grandes Ligas, la duración de los encuentros se redujo en cerca de media hora, sin afectar el ritmo de juego, ya que se registraron aumentos en las carreras, jonrones y robos de bases.
A partir de esta temporada, los lanzadores tienen 15 segundos para hacer un lanzamiento con las bases vacías y 20 segundos con corredores en base, mientras que los bateadores deben estar en la caja de bateo restando ocho segundos en el reloj de pitcheo.
Después de la cartelera del domingo, que cerró con el partido nocturno entre los Philadelphia Phillies y Houston Astros en el Minute Maid Park, los juegos de nueve entradas de las Ligas Mayores promedian una duración de dos horas y 36 minutos, una significativa reducción del promedio de 2022 (3:03).
Incluyendo los encuentros que se alargaron más allá de las nueve entradas reglamentarias, los juegos de 2023 promedian 2:38, que es 28 minutos por debajo de la duración que tuvieron la temporada pasada (3:06). Además del reloj para los pitchers, el comité de competencia de MLB votó para controlar las formaciones defensivas, aumentar el tamaño de las almohadillas en las bases, limitar el número de veces que un lanzador puede salirse de la tabla de lanzar y regular el uso de jugadores de posición como lanzadores en partidos oficiales. Bases más grandes y control de los virajes incentivaron el robo de base, un arma que estaba en peligro de extinción en el béisbol. Después de un mes completo del calendario, se han registrado 759 intentos de robos, la mayor cantidad antes de mayo desde que hubo 869 en 1998. Los 602 robos de este año también representan el mayor total desde 1998.
