"Hacer dieta simplemente no es para mi" asegura la actriz
En una entrevista con motivo del estreno de Gorrión Rojo en 2018, Jennifer Lawrence declaró: "No puedo trabajar a dieta. Tengo hambre. Estoy de pie. Necesito más energía".
Sin embargo, la película de espionaje dirigida por Francis Lawrence se convirtió en la primera, y hasta ahora única, en su carrera en la que accedió a ponerse a dieta para interpretar a un personaje. En esta cinta, Lawrence interpretaba a Dominika Egorova, una bailarina del Bolshoi que, tras una fractura en la pierna, se ve obligada a retirarse del mundo de la danza y acaba adentrándose en la KGB para poder salir adelante.
La actriz explicó a Vanity Fair que "Gorrión Rojo fue la única vez que tuve mucha hambre y disciplina", pero aclaró que lo hizo por una razón distinta a una cuestión estética, sino para una mejor representación del personaje: "No puedo estar en el personaje de una exbailarina y no sentirme como una exbailarina". Para Lawrence, era muy importante poder empatizar con el papel de una bailarina incluso en su vida diaria.
La dieta no fue lo único que hizo Lawrence para estar a punto para el papel. La actriz tenía claro que quería hacer ella misma tantas escenas como pudiera y, para lograrlo, trabajó intensamente durante varios meses con un instructor de baile que le permitiera perfeccionar el movimiento y la imagen corporal. El coreógrafo Kurt Froman aseguró en un vídeo detrás de las cámaras,"Trabajé con Jen seis días a la semana, tres horas al día"
Jennifer Lawrence destacó que el nivel de entrenamiento y disciplina que pasan las bailarinas durante tantos años de sus vidas influye en todos los aspectos de su comportamiento y trabajo. Este conocimiento le permitió entender mejor su cuerpo y la importancia de mantener una buena postura.
Afortunadamente, Francis Lawrence organizó el rodaje para que Jennifer Lawrence pudiera filmar primero las escenas de baile y luego regresar a su dieta habitual, lo que sin duda fue un alivio para la actriz después de un arduo esfuerzo físico y emocional durante la preparación para el papel. "Siempre me he preguntado qué haría falta para hacer que me pusiera a dieta, para hacerme tener hambre, porque nunca lo había hecho para una película. Para 'Los juegos del hambre' me dijeron que perdiera peso y luego descubrí Jack in the Box"
La actriz también ha compartido en diversas ocasiones cómo se sintió más liberada que nunca al interpretar su papel en Gorrión Rojo, dejando atrás todas sus inseguridades a la hora de afrontar las escenas de desnudo. La actriz había experimentado un hackeo masivo de fotos íntimas en el pasado, lo que le generaba un gran temor y preocupación por cómo sería percibida si realizaba escenas similares en la película. Sin embargo, esta experiencia fue un punto de inflexión para ella.
"La inseguridad y el miedo a ser juzgada por desnudarme, lo que pasé, ¿debería eso dictar las decisiones que tomaré por el resto de mi vida?", dijo durante el estreno de la cinta en Nueva York. "Esta película cambió eso y ni siquiera me di cuenta de lo importante que era cambiar esa mentalidad hasta que la terminé".
