Siempre hay que creer. Sudar, luchar hasta el último resquicio de esperanza. El Elche necesita un milagro y sólo lo puede conseguir a base de victorias. Contra el Mallorca logró de forma agónica la segunda de la temporada, la que mantiene aún vivo el sueño, la que aviva la fe en la salvación. Es muy, muy complicado, pero quién sabe... Todavía quedan 14 partidos por delante. El Mallorca, mientras, suma otra derrota y ya van dos consecutivas.
Tremendo el final de partido. Marcó Boyé en el minuto 88 y el Elche acariciaba el triunfo hasta que Muriqi envió el balón a la red en el 97'. Un tanto al que el colegiado no dio validez tras revisar la acción en el VAR y ver una falta de Maffeo sobre Guti. Sufrimiento máximo para los de Machín, que se marcharon de Son Moix con una sonrisa.
El Mallorca salió lanzado al encuentro. Llegó con cierto peligro al área del Elche. Un disparo de Maffeo, un balón en largo a Kadewere, un misil de Kang-In Lee... Hasta que los ilicitanos se sacudieron poco a poco ese dominio. Los baleares llevaron el peso del juego, pero los de Machín también tuvieron sus opciones.
Providencial Nteka
Nteka se erigió en salvador del Elche al filo de la media hora, al sacar casi en la línea de gol un disparo de Dani Rodríguez. Después, los ilicitanos respondieron por medio de Gumbau y Mascarell. El remate del primero lo desvió Rajkovic, buena intervención del meta, y el del segundo salió alto.
El Elche salió más metido en los primeros compases tras el descanso. Probó fortuna con un disparo de Fidel, con un centro peligrosísimo de Clerc... Avisó, sin embargo, el Mallorca con una volea de Dani Rodríguez, a la que reaccionó Badía con un paradón. Respondió Boyé obligando también a Rajkovic a emplearse a fondo. Estaba abierto el encuentro con opciones para los dos equipos. El meta del Mallorca salvó a los baleares pasado el minuto 80' al salir airoso de un mano a mano con Ponce.
Pero siempre hay que creer. Y en el minuto 88 apareció Boyé para enviar a la red con un remate con el pie un saque de esquina de Gumbau. Al Elche aún le quedaba un susto, el gol de Muriqi, la revisión en el VAR y... la fiesta final.