Mermado por la temprana expulsión de Skriniar, el Inter sucumbió ayer lunes en casa al caer 0-1 ante un atrevido Empoli, que aprovechó la superioridad numérica para tumbar con argumentos al reciente supercampeón de Italia. Buscó el Inter en el Giuseppe Meazza, en casa y ante su gente, aprovechar el impulso obtenido después de arrollar al Milan en la Final de la Supercopa italiana para recuperar la solidez defensiva que había perdido en los dos últimos meses e intentar adelantar al Milan en la tabla para ejercer presión sobre un Napoli que parece juega en una liga diferente.
No fue suficiente, ni siquiera, acabar el partido con Lukaku, Lautaro y Dzeko sobre el campo, intentando buscar un empate que nunca llegó ante un Empoli que llevó el partido donde quería, supo atacar cuando debía y sufrir con oficio para llevarse el botín del mítico escenario italiano. Y es que desde el principio se notó que el Inter no estaba tan bien cómo contra el Milan. Le costaba circular con claridad y, aunque tuvo buenas ocasiones, principalmente en los pies de Dimarco, concedió otras igual de claras para el Empoli, que hizo trabajar a Onana mucho más que los últimos rivales de los Nerazzurri.
¿Cómo avanza el Inter? El Inter se mostró desesperado al no poder perforar la meta defendida por Vicario y, por tanto, quedarse tercero empatado a puntos con la Roma de Mourinho, al tiempo que brinda una oportunidad de oro al Milan para tomar distancia en caso de ganar al Lazio.
