Los derechohabientes podrán contar con atención de primero y segundo nivel en alta especialidad, además de crecer la infraestructura.
Una serie de cuestionamientos han surgido en torno al tema del INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) en cuanto a las reformas que se vienen impulsando desde la Cámara de Diputados para que se le adhiera al IMSS las funciones que realizan al igual que los distintos servicios lo cual muchos lo han interpretado como la desaparición de este medio de acceso a la salud para todas aquellas personas que no cuentan con seguridad social y que dependen de las atenciones que reciben por medio de este sistema médico impulsado por el gobierno federal.
Reyes Flores Hurtado, senador suplente, especificó que el INSABI no desaparece al contrario se fortalece con el IMSS al funcionarlo, se cambia de nombre para términos prácticos, pero toda su estructura y sus recursos generará un solo organismo que se encargue de la atención médica de quien no sea derechohabiente para las atenciones de primero y segundo nivel, detallando que estas acciones se determinaron a raíz de que el IMSS en comunidades rurales se encontraba abandonadas contando con muchas infraestructuras, pero faltaba mayor apoyo buscando rescatar las unidades médicas fortalecerlas con el fin de dar atención decidiendo hacer una sola con lo que el presupuesto del INSABI se destinará a la nueva figura.
Sistemas. El senador resaltó los buenos resultados que ha dado el INSABI llevando atenciones a las comunidades más alejadas, recordando que con esta función se fortalece el sistema del cual ya se brinda la atención y se encuentra administrado por el IMSS quedando como un organismo desconcentrado con lo que su administración y recursos están más fortalecidos. El Programa IMSS-Bienestar proporciona en sus unidades de salud servicios de primero y segundo nivel de atención. Con casi 44 años de experiencia, actualmente IMSS-Bienestar cuenta con una amplia red de servicios donde se conjuga la atención médica con las acciones de promoción a la salud en la propia comunidad. El primer antecedente de IMSS BIENESTAR se remonta a 1973, año en el que se modifica la Ley del Seguro Social para facultar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a extender su acción a núcleos de población sin capacidad contributiva, de extrema pobreza y profunda marginación. El 25 de mayo de 1979 surge el Programa IMSS-Coplamar, mediante la firma del convenio Instituto Mexicano del Seguro Social y la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados de la Presidencia de la República (Coplamar) para extender los servicios de salud a todo el territorio nacional. 25 de mayo del 2023 IMSS-BIENESTAR cumple 44 años de trayectoria ininterrumpida, periodo en el que ha consolidado su red de servicios en salud para beneficiar a las personas sin seguridad social. El Programa IMSS-Bienestar proporciona servicios de salud gratuitos a la población sin seguridad social, con base en el Modelo de Atención Integral a la Salud para el Bienestar, el cual está sustentando en la Atención Primaria a la Salud, que vincula dos componentes: la atención médica y la acción comunitaria. Está enfocada en proporcionar servicios de salud integrales desde el punto de vista tanto físico como mental. Centrado en las personas conforme a la línea de vida, privilegia la prevención, promoción y educación para la salud; además articula los diferentes niveles de atención en las Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS), para la referencia y contrareferencia de pacientes, con el objetivo de asegurar la resolución de problemas de salud de las personas. Este componente opera a través de estrategias de participación comunitaria, con el objetivo de contribuir con las acciones médicas y asistir al autocuidado de la salud, la vigilancia epidemiológica simplificada, así como el compromiso de la comunidad y sus autoridades, para la mejora de las condiciones de salud de la población, constituyéndose, así como una puerta de entrada a los servicios de salud.
Unidades. El Programa IMSS-Bienestar cuenta con unidades de salud y hospitales de Primer y Segundo Nivel de atención que se ubican, principalmente, en localidades rurales con alta marginación, brindando atención médica a la población sin seguridad social e indígena. Esta atención se otorga bajo el Modelo de Atención Integral a la Salud (MAIS) centrado en dos componentes primordiales: uno, el de la atención médica y dos, el de la acción comunitaria, constituido por parteras, voluntarios de salud, voluntarias y comités de salud y en el que también participan las autoridades locales y la comunidad en general. Las enfermedades como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial plantean un reto por las complicaciones (discapacidad y muerte), la complejidad y el costo, por lo que se requiere una respuesta que considere los factores biológicos, sociales y los propios estilos de vida. Ante este panorama, es importante seguir instrumentando y reforzando las estrategias preventivas, impulsando la participación de la comunidad en el autocuidado de su salud. En infraestructura del Primer y Segundo Nivel de atención, el Programa de Obras continúa con 10 acciones, de las cuales 6 son proyectos financiados parcialmente a través de un Convenio de Colaboración Interinstitucional entre el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y el IMSS.
