Tiene nueve meses de vivir en la rotonda Panamericana del bulevar Lázaro Cárdenas, al norte de la ciudad.
Indigente hace su hogar en una obra abandonada por las autoridades, debido a un litigio legal, en la rotonda Panamericana del bulevar Lázaro Cárdenas, una prolongación de la avenida y monumento, inaugurado en el 2019 y cerrada poco después.
Así que, aprovechando la solitaria arteria, el indigente Jorge Roberto Torres López estableció ahí una casa de campaña, que le dieron, acomodó colchas y sus escasas pertenencias y desde hace nueve meses vive en ese sitio solo, donde pasó el invierno, las pasadas lluvias y granizo como hoy el calor extremo, de más de 40 grados.
Deportado. Jorge es originario de Nácori Chico, Sonora, tiene aproximadamente 50 años, pues no recuerda, ya que tiene afectación en su cerebro debido a secuelas de adicción a thinner, el cual ya no consume, y golpes recibidos en la cabeza, cuando él mismo se golpeaba contra la pared, al estar en alguna ocasión, preso, según narró. Es una persona tranquila que habla "quedito", que poco sonríe, no puede completar ideas, pocas cosas recuerda como que en Estados Unidos trabajó en la construcción varios años y había una mujer que le daba comida, que tiene una hermana, que no tiene hijos, pero desconoce el paradero de ella o familiares y tampoco tiene identificaciones o acta de nacimiento.
Ayuda. Aunque se le ha ofrecido un albergue, Jorge prefiere seguir en la calle donde es libre y no le hace daño a nadie. Cada día sale temprano de su tienda de campaña para recorrer las calles de las colonias cercanas, la Petrolera, Elsa Hernández y Leandro Valle, donde pepena en los botes de basura envases de aluminio y pet, así como comida y se abastece de agua de alguna parte que le den.
Algunos vecinos le comparten comida cuando lo ven pasar o acuden a su casa de campaña a llevarle algún pan o alimento, pero come poco, porque es escaso lo que hay.
"Digo a la comunidad que no me abandonen, en la mañana me desperté, me fui a caminar y hasta ahora de regreso, la panza nada ni los intestinos, por eso a veces tengo miedo de caer y caer al piso", comentó referente a que no había comido nada.
Jorge dice que quiere irse de la ciudad, pero no sabe a dónde ni por qué, aunque quisiera reencontrarse con su familia, con su hermana, de Sonora.
"Soy Jorge y estoy buscando a mi familia, si me ven, estoy en Monclova, ve y avísale, quiero verlos y no sé ubicarme, deseo verlos, no sé cómo encontrarlos", expresó Jorge.
Protección Civil. Entre 60 a 70 personas indigentes estima Protección Civil que vagan en la ciudad, de ellas, el 50 por ciento son oriundos de Monclova o la región y son conocidos por la población, el resto, son personas que provienen de otras partes y van de paso, manifestó Agustín Ramos Pérez, director de la dependencia.
En la zona centro, regularmente detectan diario de 7 a 10 indigentes que buscan comida, piden dinero o andan en malas condiciones como es bajo los efectos de bebidas embriagantes o alguna droga, otros pueden ser agresivos o violentos que arrojan cosas a las personas o automóviles, por lo que, en ocasiones, son retirados por Seguridad Pública, indicó el director. Muchas de estas personas deambulan en una sola colonia y tienen lugares donde duermen en alguna casa habitación abandonada o carro, que hacen su propia casa, comentó.
El vivir en esas condiciones de casas abandonadas, con colchones y ropa por doquier y basura, así como hierba en el patio, dijo, es propicio para provocar incendios, como ha sucedido, cuando estas personas fuman.
"Se les trata de ayudar a las personas para su propia seguridad y la de la sociedad y en eso nos ayuda mucho Homy Vielma, quien brinda atención a las personas en estado de calle y les brinda un hogar, los ayuda a asearse y rasurarse y se les corta el pelo, además de darles alimento, pero muchos prefieren seguir en las calles", reconoció.
