Héctor y Aranza le piden a Santa Claus un par de zapatos

Héctor y Aranza le piden a Santa Claus un par de zapatos
Daniela Cordova / El Tiempo de Monclova

Por la pobreza que los rodean no conocen los juguetes, lo que quieren es calzado para no tener frío y si se puede comer caldito en Navidad. 

Mientras algunos niños sueñan con ostentosos regalos para Navidad, como bicicletas, castillos de princesas, tabletas o teléfonos, está el caso de los hermanitos Héctor y Aranza, quienes solamente desean un calzado nuevo, bonito y resistente al frío. Aunque las posibilidades de conseguirlo no son muchas, ya que apenas tienen en su mesa el pan de cada día, en esta historia se refleja la verdadera inocencia esperando al hombre con traje rojo y una larga barba blanca, Santa Claus.

Se trata de los hermanitos Héctor Efraín de 6 años de edad y la pequeña Aranza Daniela de tan solo 4, quienes viven en un jacalito ubicado en la privada calle 44 número 542 en la colonia Ampliación 21 de Marzo. Los pequeños consiguen los alimentos gracias a su madre Sara, que sale a trabajar limpiando casas, mientras se quedan bajo el cuidado de su abuelita, quien, pese a su grave estado de salud, está pendiente de ellos.

Carencias. La pobreza, falta de oportunidades, educación, apoyo e incluso alimentos es algo que día con día aqueja a miles de niños en el país y estos hermanitos no son la excepción. Aunque su joven madre de 19 años trata de mantenerlos como puede, al menos sopita y tortillas no faltan en su mesa. Mientras su mamá sale a trabajar, la abuelita Diana, quien padece de diabetes, es dializada cada 7 días y se encuentra en estado de cama la mayor parte del tiempo, trata de mantener a los pequeños ocupados dentro de su hogar para que no salgan y corran algún peligro. Diana relató cómo la víspera de Navidad para ellos no será algo de mucha relevancia, pues solamente tratarán de comprar una o dos docenas de tamales para que sus nietos no se acuesten con el estómago vacío.

Anhelo. Al preguntarle a un niño qué es lo que desea para Navidad, la mayoría pide un buen y gran regalo por parte de Santa Claus, el hombre de traje rojo que solo llega en estas fechas para darles premios por ser niños bien portados. Existen quienes tienen la suerte de estrenar ropa nueva y alguna muñeca, carrito, tableta o celular, y hay quienes ni siquiera pueden cenar tamales, pozole o frijolitos rancheros.

Sin niñez. Es común pensar que todo niño o niña tenga al menos una muñeca y un carrito o un juguete similar, pero no es así. Al preguntarle a Aranza cuál era su juguete favorito, dijo no saber, y eso se debe a que no cuenta con ninguno. A sus 4 años, Aranza no sabe lo que son los juguetes o una casa de muñecas, solamente lo que ha visto alguna vez en la televisión de una vecina son las Barbies. Héctor no se queda atrás, ya que los carritos, monitos o un balón de fútbol no es algo que esté a su alcance y pareciera difícil creerlo, pero lo único que hacen él y su hermanita es colorear cuadernos viejos o jugar con una cuerda.

Esperanza. Este es el caso de los hermanitos que solamente desean un par de calzado nuevo que los prive del frío y además estén bonitos, exclamó Aranza. Pese a no celebrar esta fecha, los hermanitos conocen la Navidad y al mencionar la palabra Santa Claus, sus ojos se llenan de ilusión pensando en que probablemente este sea el año en el que reciban un regalo.

Al preguntarle específicamente a Héctor cómo desea pasar la Navidad, dijo: “Yo quiero andar vaquero, quiero unas botas”. El periódico El Tiempo le preguntó si deseaba algo más y agregó que un pantalón o un sombrero porque quiere verse como los señores que se suben a los caballos; además, las botas le ayudarán a caminar por su calle que está llena de piedras.

“Quiero cenar caldito de res, ese calientito sabe bien rico”, puntualizó. Luego, Aranza indicó: “Yo quiero unos tenis rosas y también me gusta el caldito con papas”, mientras usaba sus sandalias rosadas con calcetines.

Al pedirles a los pequeños que mostraran sus pares de tenis, mostraron un calzado deteriorado, roto y casi inservible. Con sus comentarios, dejaron en claro que en cuanto baja la temperatura o está lloviendo, no pueden salir porque se mojan o les da mucho frío.

Ilusión. De esta manera, los hermanitos dejaron en claro el anhelo que tienen de recibir por primera vez un regalo de Santa Claus, aunque desconocen totalmente cómo apenas dan dos o tres comidas al día, por lo que recibir un obsequio no es una posibilidad para ellos.

Interesados en cumplir el sueño de una bonita Navidad para los hermanitos, el número de calzado de Héctor es 19, con talla de ropa 7 años, y Aranza calza 17, con vestimenta de 5 años. También pueden comunicarse a la línea telefónica del periódico El Tiempo: 866 2087076, o dirigirse directamente a las instalaciones sobre el Bulevar Juárez con Avenida Acereros.

Héctor y Aranza le piden a Santa Claus un par de zapatos
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