El jugador mexicano fue sustituido por Carlos Vinicius en el tramo final del partido de la jornada 13.
Cuando parecía que Fulham iba a sufrir un empate en la cancha de Craven Cottage, un penalti de último minuto en tiempo de compensación dio la victoria 3-2 sobre Wolverhampton, que había alcanzado en el marcador, pero cometió muchos errores defensivos.
Con la victoria, Fulham pudo apaciguar a sus exigentes aficionados que habían sido testigos de cómo los Wolves y un par de errores de Bernd Leno pusieron a sufrir a todos los locales en el estadio.
Una vez más Raúl Jiménez recibió la oportunidad de ser titular, pero no tuvo suerte para encontrar el gol aunque intentó participar activamente en el juego. El delantero fue sustituido a los 76 minutos y vio el triunfo desde la banca.
Fulham tiene que agradecer la experiencia y agilidad de Willian, quien marcó diferencia en todo el partido con la primera jugada de gol y anotando los dos penaltis del triunfo.
A los 7 minutos, Willian apareció con un pase Robinson y este, tras el desborde, metió un pase diagonal a su compañero Iwobi que remató por debajo de las piernas del portero para el 1-0.
La respuesta llegó a los 22 minutos gracias a Nelson Semedo, quien se atrevió a hacer un drible y logró mandar un centro a segundo poste para Cunha, que sin marca remató de cabeza para el 1-1.
Para encontrar el primer penalti habrá que aplaudir a Tom Cairney quien fue titular y lo agradeció luchando cada pelota. Ejemplo de eso fue la jugada del 58’ cuando se barrió para recuperar una pelota en cancha contraria y jugó para su compañero Pereira.
El tema es que su compañero perdió el balón ante Semedo y otra vez Cairney tuvo que ir a luchar para quedarse con el esférico, solo que ahí fue pisado por el defensa y se marcó el penal que Willian acertó engañando al arquero.
En vez de ampliar la ventaja, el Fulham permitió que Wolves tuviera acercamientos al área y de ahí se derivó la jugada de penalti que Hee-Chan acertó para convertir el 2-2 que se fue hasta el minuto 90.
A los 94 minutos, Fulham volvió a encontrar un penalti y una vez más lo pidió Willian, quien acertó y consiguió el 3-2 que desató la locura.
Lejos de darse por vencidos, Wolves volvió a la lucha y peleó hasta el 99' cuando incluso metieron un balón al área y en un rebote se pedía mano del defensa Reed. El árbitro ya no quiso saber de la jugada y aseguró que no había infracción. Así que el Fulham se quedó con los tres puntos.
