Fenómenos 'paranormales' explicados por la ciencia

El diario Daily Mail explica con evidencia científica 5 a ver almas en pena.

• Parálisis de sueño: Aunque los médicos no tienen certeza sobre cómo ocurre exactamente, se cree comúnmente que la parálisis del sueño se produce cuando una persona entra en una fase de sueño de movimientos oculares rápidos (REM), durante la cual es más propenso/a a tener sueños vívidos. Las personas que sufren de parálisis del sueño a menudo se sentirán despiertas, pero podrían experimentar sensaciones de ser aplastadas y según el experto Dan Denis pueden incluir tres tipos de alucinaciones. Las alucinaciones del intruso consisten en una sensación de una presencia en la habitación. Las alucinaciones de íncubo a menudo ocurren junto con las alucinaciones de los intrusos y describen una sensación de presión en el pecho y sentimientos de asfixia, y finalmente las llamadas alucinaciones motoras-vestibulares, que normalmente no ocurren con las otras dos, y consisten en 'experiencias de movimiento ilusorio', como flotar sobre la cama". Lo más probable es que no se te haya subido ningún muerto a mitad de la noche, todo está en tu mente.

• Aire de mala calidad: Los científicos también han encontrado una correlación entre los avistamientos de fantasmas y la mala calidad del aire. Resulta que las esporas de moho tóxico pueden generar cambios de ánimo, ira irracional e incluso deterioro cognitivo si se está expuesto durante períodos prolongados. Estudios recientes han revelado síntomas de inflamación cerebral y pérdida de memoria, así como un aumento en la ansiedad y el miedo. Los investigadores afirman que estos rasgos son sorprendentemente similares a los que las personas aseguran haber experimentado en presencia de actividad paranormal, lo que sugiere una posible conexión. Es bien conocido que algunos hongos tienen efectos psicoactivos, pero en el caso del moho de interior no está tan investigado, es mejor no exponerse.

• Síndrome de la cabeza explosiva: Es un trastorno sensorial que, según la Universidad de Goldsmiths, se caracteriza por "percibir un ruido fuerte o sentir una sensación de explosión en la cabeza, generalmente al despertar o quedarse dormido profundamente". Esto puede ser desde una explosión literal hasta un disparo o incluso un grito. Un estudio encontró que el 44,4% de los pacientes experimentaron un miedo significativo durante estos episodios, y una pequeña proporción creía que era causado por algo sobrenatural. Las investigaciones sugieren que un porcentaje significativo de la población experimentará este fenómeno, las alucinaciones son parecidas a un sueño, se escuchan voces, sonidos intermitentes o incluso música, y se reporta que la experiencia es tan inmersiva que es difícil de distinguir de la realidad.

 

• Monóxido de carbono: Este gas tóxico (CO) representa una amenaza invisible e inodora que, incluso en concentraciones bajas, puede provocar daños duraderos en aquellos que lo inhalan. Se origina con frecuencia a partir de la combustión de combustibles como el gas y el propano, así como de chimeneas obstruidas y estufas de leña. Si se está expuesto al monóxido de carbono durante más de seis semanas, puede haber un aumento en los niveles de depresión, ansiedad e incluso disfunción cognitiva. Albert Rizzo, director médico de la Asociación Estadounidense del Pulmón, afirma: "Debido a su falta de olor y sabor, puede ser sumamente insidioso y las personas generalmente no asocian estos síntomas con la intoxicación por monóxido de carbono". Las experiencias paranormales y su vínculo con el monóxido de carbono se han considerado desde antes de la Segunda Guerra Mundial. 

• Pareidolia: Este fenómeno ocurre cuando los humanos atribuyen significado a estímulos visuales aleatorios, como ver caras en las nubes. Aunque es una ilusión óptica común, la investigación también sugiere que podría relacionarse con avistamientos de naturaleza más sobrenatural. En un estudio realizado por la Universidad de Tanta hace dos años, se mostraron imágenes de patrones que parecían estática de televisión a 82 participantes. Se descubrió que los participantes que afirmaron haber experimentado algo paranormal previamente tenían una mayor probabilidad de percibir caras en estas imágenes.