Tras entregar su primera obra como gobernador en el municipio de Piedras Negras, Manolo Jiménez fue interceptado por los integrantes de Familias Unidas en la Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas, quienes exigieron el apoyo de su gobierno para continuar con su lucha.
El martes por la tarde, representantes del colectivo, acudieron a la Macro Plaza Dos de Piedras Negras, donde el mandatario inauguró un espacio público, a fin de denunciar distintas violaciones a sus derechos humanos por parte de la alcaldesa, Norma Treviño, así como su hijo Francisco González Treviño y otros servidores públicos.
Refirieron que el pasado 2 de diciembre, realizaban una actividad pacifica en un lugar público como parte del proyecto de visibilización denominado ‘Redes de Vida”, cuando cerca del mediodía se presentó Norma Treviño, en compañía de policías armados, a pedir que desalojaran el lugar, argumentando que daban una mala imagen.
Posteriormente, Francisco González Treviño, hijo de la alcaldesa, apareció también en el lugar para amenazarlos. Más tarde, también la titular de la Dirección de Turismo Municipal se presentó con el fin de pedirles que se retiraran, puesto que no tenían un permiso para estar en el lugar.
Los representantes del colectivo solicitaron a Jiménez Salinas que su gobierno sea abierto al diálogo y al respeto a los derechos de las familias de las víctimas de desaparición forzada, creando espacios de visibilización de este fenómeno, que, señalaron, sigue siendo parte del día a día en el municipio.
“No dejemos esto impune porque hoy estamos con demasiados jóvenes que van a crecer con problemáticas así y no quiero que esta generación sea violentada como nosotros”, dijeron.
Jiménez Salinas recibió el folder con los documentos y escuchó la denuncia del colectivo, mencionando que daría seguimiento al caso.
