Durante los últimos días se ha llevado a cabo el caso entre Microsoft y la federación de comercio de Estados Unidos (FTC) debido al intento de adquisición de Activision Blizzard. Ahora, un grupo independiente dedicado al escrutinio ha pedido el cambio de la jueza supervisora del caso, ya que su hijo trabaja en Microsoft, lo que podría presentar un conflicto de intereses.
Días antes del inicio de la audiencia del caso, la jueza de distrito Jacqueline Scott Corley reveló que su hijo trabaja en Microsoft, sin embargo, no trabaja para la división de gaming o videojuegos.
Sin embargo, el grupo independiente conocido como The Revolving Door Project ha publicado una carta (vía Washington Post) en la que han pedido la salida de la jueza del caso, ya que, según el grupo, el hecho de que su hijo sea empleado de una de las empresas involucradas sería una violación de las reglas del código de conducta de los jueces estadounidenses. Es, en esencia y según el reclamo, un posible conflicto de intereses que pondría en riesgo la objetividad de la jueza y la confianza del público en las cortes de justicia. En la carta, exponen:
“El público podría preocuparse, y con legitimidad, de que un juez esté indebidamente sesgado si el hijo del juez es empleado de una corporación cuyo caso está siendo supervisado por ese juez. Es de sentido común que un padre quiera apoyar el éxito financiero del empleador de su hijo para apoyar la estabilidad financiera y el prestigio profesional de su hijo”.
Ni la jueza ni los entes relacionados al caso han respondido a este reclamo al momento de escribir estas líneas.
En la misma carta, el grupo menciona que la posibilidad de que pudieran haber consecuencias para su hijo por parte de su empleador, si la decisión de la jueza no favorece a la corporación, podría ser una influencia en el caso, incluso aunque el hijo de la jueza no trabaje directamente para la división involucrada en el caso (la de videojuegos), pero sí para la misma compañía.
