Normalmente, un bolso de la conocida marca de lujo Louis Vuitton suele costar varios miles de euros, pero las imitaciones, que para eso lo son, no suelen pasar de las dos cifras (tres si son extremadamente fidedignas). En el caso que nos ocupa, no solo se trata de una copia, su tamaño es más pequeño que un grano de sal, y se ha vendido por miles de dólares.
Para ser más exactos, el bolso, con el grabado en relieve de Louis Vuitton, acaba de venderse por más de $60.000 en una subasta. Una imitación de bolso verde amarillento neón que se adjudicó por $63.750, más del cuádruple de la oferta inicial de $15.000.
Detrás de esta creación se encontraba el colectivo de arte MSCHF con sede en Brooklyn, quienes lo anunciaban como el bolso “más pequeño que un grano de sal marina y lo suficientemente estrecho como para pasar por el ojo de una aguja”. Kevin Wiesner, director creativo de MSCHF, le dijo al The New York Times que el colectivo no había obtenido el permiso de Louis Vuitton para usar el diseño, por lo que no queda muy claro si LVMH, propietaria de Louis Vuitton, llevará a cabo algún tipo de acción.
Más datos, Para este peculiar bolso se llevó a cabo un proceso de fabricación utilizando “un proceso estereolitográfico comúnmente utilizado para fabricar estructuras diminutas biotecnológicas mecánicas”, y viene acompañado de un microscopio que presenta una pantalla digital incorporada del bolso para su visualización. Según explicaba MSCHF en el listado de la subasta:
A medida que un objeto que alguna vez fue funcional, como un bolso, se vuelve cada vez más pequeño, su estado de objeto se vuelve cada vez más abstracto hasta que se convierte en un mero indicador de marca. Los bolsos de cuero pequeños anteriores aún requerían una mano para llevarlos; se vuelven disfuncionales, inconvenientes para su ‘usuario’. Microscopic Handbag lleva esto a su conclusión lógica completa. Un objeto práctico se reduce a joyería, toda su supuesta función se evapora; para los objetos de lujo, la usabilidad es la parte de los ángeles.
Y hasta aquí podemos leer con un sentimiento ambiguo. Obviamente estamos ante una obra de arte, más que un bolso de lujo, ya que de otra forma no se puede entender que alguien vaya a tener en su casa un microscopio donde poder ver un bolso del tamaño de un grano que le ha costado 60K.
