La inflamación de las encías puede tener diferentes causas y lo primero que requieren es atención experta, en la frecuencia que indique, no solo una vez al año por rutina, un diagnóstico adecuado y constancia en los tratamientos y cuidados que hay que prodigar a nuestra higiene bucal.
La primera causa por la cual se inflaman las encías, y la más conocida, es la gingivitis, una de las muchas enfermedades bucales que podemos contraer a través del beso, y es el inicio de la periodontitis, afección que según MedlinePlus, afecta los tejidos de soporte de los dientes, como encías, ligamentos periodontales y hasta el hueso, con lo cual podrían perderse los dientes.
Según se explica en Clínica Mayo, la gingivitis se produce cuando la placa de bacterias que se forma en los dientes no se elimina adecuadamente. Con el tiempo, esa capa puede endurecerse y convertirse en sarro que puede irritar las encías y provocar su inflamación. Además de las encías rojas e inflamadas, también pueden sangrar, separarse de los dientes y retraerse.
Para tratarla, no hay otra opción sino acudir al especialista; además de mantener una higiene dental adecuada con un buen cepillado dos veces al día, o como recomiende su dentista y el uso del hilo dental y enjuague bucal, pero sobre todo hay que tener en cuenta que es una enfermedad que debemos tomar muy en serio y tratarla cuanto antes si no queremos perder la dentadura.
Además de esta enfermedad, la inflamación de las encías puede estar anunciando desnutrición. Tal como lo lee. En un artículo revisado por la doctora Christine Frank, en Healthline, una deficiencia importante de nutrientes, sobre todo de vitaminas B y C, y minerales como el hierro, puede ocasionar la inflamación de encías y el desbalance de la salud en general.
De hecho, si los niveles de vitamina C disminuyen en exceso, existe la posibilidad de desarrollar escorbuto, una condición que puede conllevar a la anemia y enfermedades de las encías. Sin embargo, se trata de mantener el equilibrio adecuado y no exagerar porque también el exceso de ácido cítrico -presente en jugos y refrescos- puede dañar los dientes.
Otra causa sorprendente de la inflamación de las encías ¡son los hongos! Resulta ser que las infecciones ocasionadas por hongos pueden causar la inflamación de las encías. Ejemplo de ello es la candidiasis oral, que puede ocurrir tanto a adultos como a niños, como resultado del exceso de crecimiento de levadura natural en la boca.
Según Medline Plus, podemos tener más riesgo de que aparezca esta afección si tenemos mala salud, o si estamos recibiendo algunos tratamientos médicos, si tomamos antibióticos sin supervisión. También quienes padecen de ciertas enfermedades como diabetes o sida son más propensos a padecerla.
Con respecto a las infecciones por virus, un ejemplo es la gingivoestomatitis herpética aguda, enfermedad que aparece con el herpes y con la cual, además, pueden presentarse otros síntomas como mal aliento, fiebre, malestar general, inquietud, úlceras no solo en encías sino también en la parte de adentro de las mejillas y dolor.
Qué hacer
Independientemente del diagnostico y tratamiento que nos recete el especialista, podemos ayudarnos en casa manteniendo una buena higiene con productos formulados para las encías y que no nos ocasionen irritaciones. También la sabiduría popular recomienda los enjuagues bucales con una solución de agua y sal para eliminar las bacterias bucales.
También será conveniente procurar una hidratación adecuada que estimule la producción de saliva que restaure el equilibrio bucal y, por supuesto, evitar hábitos dañinos como el consumo de tabaco y alcohol.
Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.
