En medio de la rutina diaria, es normal encontrar algunos cabellos en el cepillo o en la ducha. Sin embargo, si notas que tu cabello está perdiendo fuerza y cayendo en cantidades alarmantes, podría ser indicativo de problemas subyacentes que merecen atención.
Desde el estrés hasta la salud, varios factores podrían estar contribuyendo a la caida de cabello excesiva, según expertos dermatólogos.
Hay medidas que podemos adoptar para fortalecer el cabello, incluyendo tratamientos de belleza y remedios caseros, algunos de los cuales se basan en ingredientes como el romero, conocido por sus propiedades contra la caída del cabello.
El estrés, un enemigo del cabello saludable, puede desencadenar una pérdida excesiva. Antonella Tosti, dermatóloga de la Universidad de Miami, explica que el estrés puede provocar lo que se conoce como efluvio telógeno, una forma común de alopecia.
Aunque no existen cifras definitivas sobre su prevalencia, se ha observado que suele afectar más a mujeres que a hombres, posiblemente debido a los cambios hormonales relacionados con el embarazo.
Según Angela Lamb, dermatóloga del Hospital Monte Sinaí en Nueva York, las investigaciones sugieren que el efluvio telógeno puede manifestarse entre seis semanas y tres meses después de eventos estresantes.
Cirugías importantes, enfermedades agudas o crónicas, embarazos o incluso la pérdida de un ser querido pueden ser detonantes. El estrés eleva los niveles de cortisol, una hormona que puede inhibir el crecimiento del cabello, agravando la situación.
Curiosamente, el estrés relacionado con la pandemia de COVID-19 también ha sido identificado como un desencadenante potencial de la pérdida de cabello. Expertos han notado un aumento en los casos de efluvio telógeno tras la recuperación del virus.
Para abordar esta preocupante situación, los expertos recomiendan varias medidas. Además de gestionar el estrés, una dieta equilibrada y la incorporación de multivitamínicos, particularmente aquellos ricos en vitamina D y vitamina B12, podrían ser útiles.
La biotina, una vitamina del grupo B, también ha demostrado ser beneficiosa para el crecimiento capilar. Además, tratamientos tópicos y suplementos disponibles en el mercado pueden ser útiles, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
