¿Qué se hace con la ingente cantidad de ropa de las tiendas “low cost” que se repiten cada pocos metros en la mayoría de ciudades? En muchos casos, y si hacemos caso a la imagen de portada, algo parecido a un tipo de terrorismo medioambiental. Toneladas de ropa de Europa, Asia y Estados Unidos terminan en el desierto de Atacama en Chile.
No hace falta hablar de marcas, todos tenemos en la cabeza muchos de sus nombres. La imagen ha sido posible gracias a SkyFi, una empresa que ofrece acceso a imágenes satelitales, y que ha compartido la misma en una publicación de blog la semana pasada. Al parecer, los miembros de su canal Discord habían ayudado a encontrar las coordenadas de esta especie de cementerio de prendas desechadas.
comprar una imagen existente de $44 con una resolución de 50 cm, podemos confirmar que la pila de ropa gigante en el desierto de Chile existe y está creciendo.
Hablamos de uno de los lugares de la Tierra más secos, uno que cuenta con 1.600 kilómetros de largo y se encuentra entre las montañas de los Andes y el Océano Pacífico. El desierto apenas recibe prácticamente lluvia en un año típico, de hecho, sus condiciones son tan secas que Atacama ha sido utilizado como sustituto de Marte por la Agencia Espacial Europea y la NASA.
Y ahora los datos terroríficos, porque no hay otra forma de catalogarlo. En Atacama se “vierten” miles de prendas sin vender, y según la BBC, se cree que contiene aproximadamente 60.000 toneladas de ropa de Europa, Asia y Estados Unidos. ¿La razón? La ciudad portuaria cercana de Iquique es una de varias “zonas francas” en Chile, lo que significa que no hay aranceles, impuestos o cargos relacionados con la aduana. Ocurre que la ropa que se transporta a la ciudad y no se vende, se arroja al desierto porque nadie quiere pagar tarifas para sacar esos artículos de la zona franca.
Y no es el único peligro ambiental. La propia quema de ropa, con incendios intencionales que a veces duran días, es un peligro. Y es que muchas fibras sintéticas como el poliéster generan humos tóxicos cuando se queman
Lo peor de todo es que el problema está lejos de terminarse. La producción de ropa se duplicó entre 2000 y 2014, según un informe de McKinsey de 2016, por lo que es muy probable que esa ingente cantidad de ropa esparcida por el desierto no haga más que aumentar en los próximos meses.
