¿Es la pérdida de peso a través de la restricción calórica estricta la respuesta para la remisión de la diabetes tipo 2? Este fue el tema de un acalorado debate celebrado durante el Congreso anual de la Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés) en Hamburgo, Alemania, entre el profesor Roy Taylor de la Universidad de Newcastle y el profesor Kamlesh Khunti de la Universidad de Leicester, ambas en Reino Unido.
Los beneficios de la restricción calórica
Taylor utilizó ejemplos de entornos clínicos para demostrar cómo la remisión de la diabetes tipo 2 se puede conseguir independientemente de la morfología corporal. Enfatizó el éxito conseguido en los ensayos DiRECT y ReTUNE en la inducción de la remisión de la diabetes a través de cambios dietéticos estrictos.
En el ensayo DiRECT, por ejemplo, se implementó un consumo diario de 850 kcal para los pacientes de 49 centros de atención primaria en Escocia e Inglaterra. Los participantes tenían 20-65 años y un IMC de 27-45 kg/m2, no estaban siendo tratados con insulina y se les había diagnosticado diabetes en los últimos 6 años. En los resultados se demostró que el 24 % de los participantes perdió 15 kilos o más, mientras que en el seguimiento a 5 años se descubrió que casi una cuarta parte de los pacientes seguían presentando remisión de la diabetes a largo plazo tras 5 años mientras mantenían una pérdida media de peso de 8,9 kg. Pero ¿es esta restricción calórica estricta viable a largo plazo? Taylor aseguró que “claramente fue posible para la remisión a largo plazo en un entorno real, incluso con problemas. No es necesariamente fácil o para todo el mundo”. Aquí admite que, aunque en los estudios se indica que es un éxito, no es una solución para todo el mundo.
Los argumentos de Taylor para apoyar la remisión a través de la regulación dietética estaban reforzados por datos en los que se indica una mejora significativa en la calidad de vida durante un periodo de 5 años tras seguir una dieta de restricción estricta de las calorías. Más aún, se manifestó en beneficios tangibles para la salud, la cetoacidosis diabética, la pancreatitis y el fallo renal y, cabe destacar, no se informó de cáncer a los 5 años en uno de los grupos a estudio.
A pesar de todo, Taylor también presentó hallazgos de dos casos reales que consiguieron la remisión tras una dieta de restricción estricta de las calorías, pero experimentaron una recidiva durante la pandemia.
¿Por qué tanto empeño en la remisión?
Khunti aportó argumentos en contra del término “a largo plazo” y la propia definición de remisión diciendo que: “Generalmente consideramos la remisión de forma muy estricta”. Explicó que, en la actualidad, hay 266 definición de remisión que se están utilizando en investigaciones. “Debemos tener cuidado con qué queremos decir cuando hablamos de remisión”, añadió. “La remisión no implica simplemente la cura: significa que la diabetes se ha controlado gracias a intervenciones en el estilo de vida que has implementado. Deshacer esos cambios y las recaídas pueden volver a desencadenar la diabetes”.
Khunti también hizo énfasis en un aspecto que se pasa por alto en el ensayo DiRECT: los efectos adversos. Explicó que hubo muchos más efectos adversos, incluidas infecciones urinarias, angina pectoris, dolor abdominal y mareos a lo largo de los 5 años en el grupo con restricción estricta de la dieta en comparación con el grupo de control.
Surgieron aún más dudas sobre la permanencia de la remisión inducida por la dieta al considerar la naturaleza progresiva de la diabetes tipo 2. “En otros estudios, como el ensayo GRADE, en los que se compararon la efectividad de los antihiperglucemiantes añadidos a la metformina, se demostró que el tratamiento había fracasado en el 70 % de los participantes a los 5 años, lo que nos da información sobre la naturaleza progresiva de la diabetes”, afirmó Khunti. Así se demuestra que, incluso con la farmacoterapia, la remisión de la diabetes tipo 2 es extremadamente difícil.
No existe una sola estrategia para la remisión. Khunti explicó: “Con el tratamiento con insulina a corto plazo se demostraron beneficios importantes en la pérdida de peso. Al mismo tiempo, los nuevos medicamentos, como la tirzepatida y la semaglutida, han demostrado inducir la remisión en el 80 % y el 68 % de los pacientes, respectivamente”, lo que demuestra que se están explorando métodos alternativos, potencialmente menos restrictivos para inducir la remisión que parecen prometedores. Para complementar estos argumentos, Khunti dirigió la atención a los resultados del reciente Registro danés en los que se demostró un aumento del doble en los eventos cardiovasculares en las personas que habían conseguido la remisión, pero no tomaban antihiperglucemiantes.
Sin embargo, existe una preocupación que va más allá de la metodología: la ética. Las personas con diabetes tipo 2 y obesidad se suelen enfrentar a estigmas y problemas de autoestima. Por tanto, surge un dilema ético: ¿es correcto imponer estas intervenciones tan estrictas cuando el fracaso o la recaída puedan contribuir a los sentimientos de incompetencia y autoculpa? “Los pacientes quieren vidas más largas y más satisfactorias”, recordó Khunti, “no vidas con restricciones”.
La conversación entre Taylor y Khunti en el congreso de la EASD no solo aportó información sobre la viabilidad de la remisión a largo plazo en la diabetes tipo 2, sino que también presentó consideraciones no exploradas hasta el momento, de naturaleza metodológica y ética, a las que se enfrentan los profesionales de la salud. Univadis.com habló con el delegado en la EASD Kevin Fernando, que expresó su opinión acerca del debate: “Yo creo que el manejo intensivo del peso con un aporte calórico bajo no es la panacea para la diabetes tipo 2, sino otra herramienta más que ofrecer a los pacientes que viven con diabetes tipo 2”.
Cada persona es única y los enfoques de tratamiento deben personalizarse, bien a través de la dieta por si sola o en combinación con intervenciones farmacológicas o quirúrgicas. “Los resultados de este debate nos dan a mis pacientes y a mí esperanzas de que la diabetes ya no sea una enfermedad incurable, y también aliento al recordarnos el enorme poder del cambio”, dijo Fernando.