‘Dios te da esperanza de sanar cualquier mal’.
Cesar Hernández, mejor conocido artísticamente como Samuel, es un Psíquico y Vidente que actualmente presta sus dones y servicios para ayudar a aquellas personas que lo necesitan, pues él sigue los pasos de su madre llamada Magda, la cual, era una mujer muy reconocida en la región y sus alrededores por su noble labor.
Al ser muy reconocido por sus labores ¿En qué momento se dio cuenta de que contaba con los mismos dones de su madre?
“Mi mamá era una gitana, la cual, ejerció su don desde el nacimiento, al igual que yo, sin embargo, yo no lo llevé a cabo desde el primer momento, pues al inicio mis prioridades eran otras y prefería seguir con mi vida como cualquier persona ignorando las habilidades espirituales con las que contaba, pero llegó un momento en el que tuve que cambiar drásticamente mi manera de vivir, pues mi madre comenzó a enfermarse por lo que decidí enfocar toda mi energía, alejándome de la vida social y trabajando únicamente en este rubro desde el año 1999 y actualmente sigo los pasos de Magda, pues al ser su hijo y contar con la misma personalidad, hoy puedo dar seguimiento a quienes anteriormente eran sus clientes. Mi labor ha llegado a muchos lugares, pues anteriormente trabajaba en Estados Unidos, pero tuve que quedarme en Monclova por la lamentable muerte de mi mamá”.
Al no dejar de dar seguimiento a sus clientes nunca ¿Cuál es su objetivo principal al ejercer su trabajo?
“El nombre de Samuel significa el que va de la mano de Dios y se vincula con las personas buenas de corazón. Samuel fue un arcángel, quien era la mano derecha del creador según la biblia y este nombre me lo puso mi madre y esa es mi función hoy en día, guiar a todas aquellas personas que creen en Dios. Mi trabajo no tiene fines económicos, sin embargo, lo que cobro es con la finalidad de poder adquirir todos los recursos y productos necesarios para las sesiones que las personas requieran dependiendo de sus necesidades. Lo que me mantiene satisfecho es encontrar una solución para los obstáculos de la personas".
Tras poner tanto empeño en su trabajo para ayudar a personas ¿Qué sentimientos positivos le deja su labor?
“Personalmente yo puedo sentir una alegría que puedo compartir con todas aquellas personas a las que logré apoyar o sanar. Me gusta que las personas crean en Dios, que abran su mente y que no se limiten al pasar por momentos difíciles, todo puede tener una solución y mi trabajo es encontrarla”.
Hay personas que desconocen estos temas ¿Aún hay quienes no se atreven a confiar en este tipo de prácticas?
“Si, pues hay que recordar que lo desconocido siempre causa miedo, pero si se está pasado por un problema no hay que limitarse a y buscar opciones para poder tener una buena solución”.
Ante trabajar con la finalidad de solucionar problemas ¿Cuál ha sido uno de los momentos más complicados de su vida profesional?
“Hay clientes que llegan con diversas complicaciones, sin embargo, para mí no es una opción decir que no puedo ayudar, tengo la disponibilidad de seguir aprendiendo, aunque el tema sea desconocido, no me gusta quedarme únicamente con lo que ya sé. El mundo todavía no lo terminamos de conocer. Se vienen tiempos difíciles, pues así lo dice la biblia, pero por lo pronto, nuestro destino solo depende de nosotros mismos”.
Cuando llegó a Monclova siguió atendiendo a los clientes de Magda ¿Cómo fue el recibimiento?
“Las personas al darse cuenta de que mi mamá ya no estaba se quedaron con un pesar muy grande, pero por otra parte seguían teniendo la esperanza de ser ayudados, pues les expliqué cuál era mi función y que iba a seguir con todo aquello que mi mamá dejo, por lo que afortunadamente he sido bien recibido”.
