"La docencia es humanista y la mejor profesión".
La profesión de docente, además de ser una de las más relevantes en la vida de la comunidad, ya que son quienes forjan a los niños y jóvenes para prepararlos hacia el futuro, es también una de las que más satisfacciones deja a quienes la desempeñan, como lo indica el Profesor Rafael Martínez, quien lleva alrededor de 5 años frente a grupo. Su trabajo no se limita a la enseñanza; también se ocupa de velar por la vida de los alumnos, con historias muy satisfactorias y otras en las que se requiere la intervención de las autoridades. Más allá del docente, estas experiencias marcan y llegan a la vida de los estudiantes, ya que está de por medio el ser humano. La carrera se debe desempeñar de una manera muy amena, ya que la figura del maestro es una de las que quedan marcadas para toda la vida de los pequeños estudiantes.
¿En cuanto a la pregunta sobre cuántos años lleva desempeñando su carrera y dónde ha tenido la oportunidad de laborar, el profesor responde?
"Tengo 5 años de ejercer la carrera de maestro y, a lo largo de este tiempo, he tenido la oportunidad de trabajar en distintos municipios de la entidad. Vivir en distintas partes es cansado, pero te abre el panorama para conocer las diferentes maneras de vivir de las personas. He vivido en Saltillo y en Acuña, en escuelas rurales. La carrera de maestro es muy gratificante en el aspecto emocional.
El acercamiento con los niños y los padres de familia es grato cuando se da una buena interpretación de los hechos. Es sinceramente una profesión muy humanista y muy bonita. En mi familia, hay descendencia de maestros.
Mis abuelos fueron maestros de la escuela Morelos. Esto fue una influencia para decidirme a estudiar esta carrera. Es muy común que hijos o nietos de maestros continúen con el linaje para seguir en el ámbito educativo".
¿En cuanto a las experiencias a lo largo de los años como docente, el profesor comparte?
"Sinceramente, dentro de estos 5 años, me he topado con experiencias, algunas muy bonitas y otras muy desagradables. Algo que es el pan de cada día en el servicio docente es la cuestión de estar asesorado con los directivos y los superiores en cuestiones de los protocolos de actuación.
En situaciones donde ya la mano del docente no pueda entrar, cuando el docente no pueda hacer las cosas, hay que dejárselas a las autoridades correspondientes, no ir más allá. Lamentablemente, es muy común en muchas escuelas tener problemas de niños que son violentados. Me he topado con infinidad de casos en infinidad de escuelas dentro de la misma zona escolar donde suceden este tipo de acontecimientos desagradables, y las autoridades tienen que realizar su trabajo de manera correcta.
Es muy grande el sentimiento de impotencia con ese tipo de situaciones, y lamentablemente, es algo con lo que debe vivir el maestro porque te marca sí o sí, pero esa ya no es jurisdicción de uno.
Lo que más quisiera es poder ayudar, pero el maestro debe estar apoyado por las autoridades correspondientes para ese tipo de situaciones que se presentan".
¿En cuanto a la vivencia de la etapa de la pandemia, el profesor comenta?
"La etapa de la pandemia fue un momento difícil para la educación debido a que tuvimos que trabajar con todos los protocolos de salud que marcaba la Secretaría de Salud.
Fue muy difícil, pero afortunadamente, en Coahuila, muchos compañeros maestros lograron sacar adelante su trabajo efectivamente.
Hubo mucho apoyo de la tecnología con respecto al trabajo, y fue una situación difícil. Una vez acabando y regresando al salón de clases, nos topamos con una situación que jamás pensamos tener. Ese tiempo marcó un retroceso para la educación de los niños.
No hay nada como el trabajo del docente en el aula para hacer que los niños puedan aprender de una forma adecuada todo lo que se requiere del grado en mención".
