"La vocación es lo que te va a hacer feliz toda la vida".
El tomar la decisión de ingresar al seminario puede considerarse para muchas personas una decisión complicada, por lo que conlleva el dedicarse a una vida para servir a los demás, pero puede ser que de esta manera se llene los campos vacíos existentes en quien se une a esta vocación, Leonardo Castro, quien cuenta los días para su ordenación y nos plática como fueron sus inicios dentro de la iglesia.
¿Cómo nace tu inquietud por ingresar al Seminario?
"La inquietud surge estando en el catecismo desde niño, en el ambiente familiar, con el tiempo en los grupos juveniles, pero ya específicamente en un grupo muy específico, cuando estuve estudiando en Saltillo, estando en un grupo juvenil en la convivencia con los sacerdotes, estando compartiendo dentro de la comunidad juvenil en cada una de las pláticas dentro de lo que conlleva un grupo juvenil en cada una de las pastorales específicas de las mismas comunidades parroquiales".
¿A qué edad ingresaste al Seminario?
"Yo ingresé a la edad de 24 años una edad madura ya estaba trabajando cuando vivió el preseminario ingreso a la formación ya había terminado la carrera de ciencias químicas ya me había titulado estaba trabajando en un hospital y decidí dejar o renunciar a esta parte de mi vida profesional por optar por esta opción mejor de la vida sacerdotal, aquí lo interesante muchas veces yo decía en lo profesional me gusta lo que hago me llamaba la atención disfrutaba lo que hacía, sin embargo, va quedando siempre por ahí una espinita algo que yo sentía que no mes estaba realzando no era completamente feliz no era pleno estaba este llamado vocacional estaba esta chispa de ingresar al seminario y ver la posibilidad de realizarme como sacerdote y la verdad cuando estuve en el seminario y a la fecha en este momento me siento pleno me siento contento obviamente en su momento cuando solamente con la carrera yo sabía que me faltaba algo como que había un espacio un vacío y ese vacío se llenó con esta respuesta vocacional.
¿En tu familia te apoyaron al tomar la decisión de ingresar al Seminario?
"En mi casa he tenido todo el apoyo desde que ingrese ya era adulto ya era independiente ya me mantenía yo solo a la fecha mi familia ha estado conmigo mis papás mi hermana han caminado en este proceso formativo, mi familia no era tan creyente como cristianos de bodas y quince años, sin embargo, nunca se opusieron nunca me restringieron a que yo estuviera en las misas as que fuera a retiros en grupos juveniles cuando ingreso al seminario mi familia da un giro ciertamente no por mi persona las gracias de dios es muy importante el cómo Dios va haciendo que la misma familia se vaya acercando y teniendo esta experiencia con la iglesia y puedo decir que mi familia es una familia cercana que se ha animado en esto de la vida de la iglesia".
¿Cuál sería el llamado que le harías a los jóvenes?
"A los jóvenes le diría que descubran su vocación una cosa es vocación y otra profesión la profesión va a requerir de habilidades y capacidades muy específicas la vocación es un llamado que dios da aquí es solamente decir si y el señor es el que da dando las gracias y los medios para salir adelante el señor va trasformando la invitación que yo hago a los jóvenes es que animen si tienen alguna inquietud ya sea por el matrimonio, la vida religiosa sacerdotal que descubran no lo dejen pasar obviamente es buscar la santidad buscar una plenitud nunca sentirse satisfecho con lo que se tiene que no besuqueos solamente bienes materiales placeres temporales buscar lo que va a hacer feliz para toda la vida la vocación es lo que te va a hacer feliz para toda la vida un profesionista trabaja hasta cierto punto y después de ahí que sigue esto siempre nos va a mantener encamino a la felicidad no tenga miedo si existe alguna inquietud acérquense con los sacerdotes que asistan a grupos juveniles cuando haya retiros sean valientes".
