"La meta es que los alumnos sean personas de bien".
Contando con una experiencia de 10 años como director general de uno de los planteles educativos que son reconocidos por su calidad académica, el colegio Antonio Medina Gaona, el profesor Alberto Espinoza Ramírez ha logrado cumplir retos y llegar a las metas que se ha propuesto para sacar adelante una institución que brinda educación desde preescolar, primaria, secundaria y preparatoria.
Profesor Alberto, ¿Qué ha representado para usted esa responsabilidad?
"La verdad es mucha responsabilidad en todos los aspectos, desde tener las instalaciones listas, que gracias a Dios y al Ministerio, pues nosotros somos un colegio de corte cristiano, entonces dependemos de un ministerio que suministra las situaciones y las cuestiones que se requieren, entonces desde tener un dispensador de agua, los salones listos, equipamiento, pero gracias a Dios hemos estado creciendo poco a poco, porque cuando a mí me entregaron primaria, teníamos un alumnado de 126 y actualmente son arriba de 200".
¿Ha logrado cumplir sus expectativas?
"Si, pero siempre son nuevos retos y nuevos destinos que cumplir y obviamente el camino es difícil, nunca hemos dicho que es fácil, pues es muy complicado dirigir alumnos, maestros, padres de familia, pero la expectativa al final de cuentas es brindar la educación, que se requiere una que sea integral, donde el alumno pueda el día de mañana valerse por si mismo y que sean personas de bien, muchas veces se dice "se alguien en la vida" pero en realidad ya eres alguien, pero a veces puedes serlo en un contexto negativo o positivo y nosotros queremos aportar ese granito de arena de forma positiva, como menciono, somos un colegio de corte cristiano y por esa razón queremos transmitir la palabra de Dios, pero resalto que nuestra intención no es adoctrinar, cambiar de religión o pensamiento a nadie, sino que nuestra intención siempre ha sido y será trae la educación con los valores de lo que dice la palabra de Dios".
¿Cuál ha sido el mayor reto que ha tenido que enfrentar en estos diez años?
"Yo creo que sin duda fue la pandemia, fue algo nuevo para todos, muy complicado trabajar de manera digital, usar recursos, fue muy difícil, pero nos adaptamos, los padres de familia también tuvieron que adaptarse y ellos se dieron cuenta de la labor del docente".
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dejado ser docente y director?
"Yo recuerdo una frase que alguna vez escuche, que dice que los errores de los médicos están en el panteón, pero los errores de los maestros están en las esquinas y yo creo que es muy cierto, refiriéndome a que la mayor satisfacción de uno como maestro, es que el día de mañana te reconozcan tus alumnos, que te vean en la calle y te digan "Profe me acuerdo de usted, estoy haciendo esto, trabaje, estudie", es la mayor satisfacción, el reconocimiento de los alumnos, dejar una huella en la que ellos sepan y puedan valorar y poner en práctica lo que se les enseñó aquí, que digan tenían razón los maestros, el director".
Arranca el ciclo escolar, ¿Qué mensaje le da tanto a los docentes, como a padres de familia y a sus alumnos?
"Yo creo que tenemos altas expectativas de este ciclo escolar, aunque nos estamos enfrentando situaciones y barreras, pero estoy seguro de que vamos a salir adelante, ahecharle ganas como siempre lo hemos hecho, sacar el trabajo, porque al final de cuenta el niño, alumno, es primero, son quienes van en medio de todo esto, hay participantes principales en la educación, es un triángulo, papás, maestros, alumnos, hay que trabajar parejo, ellos son los principales actores de la educación, entonces yo creo que podemos sacar el ciclo una vez más, obviamente confiando en que Dios puede brindarnos esa capacidad, así lo percibimos y así queremos hacerlo por los niños y adolescentes a nuestro cargo en todo el tiempo".
