'Satisfacción de lograr que invidentes sean autónomos'.
Una de las mayores satisfacciones que Juana María González, maestra jubilada en educación a invidentes, atesora es el haber podido enseñar a cientos de niños, jóvenes y adultos con discapacidad visual a ser independientes en su cotidianidad para su inclusión en la sociedad.
Eres una persona sensible hacia la comunidad con alguna discapacidad, ¿Cómo es que surgió esta pasión por ayudar a los demás a prepararse y ser independientes?
"Debido a mi condición como persona con una debilidad visual que paulatinamente he ido perdiendo y actualmente tengo una visión mínima, decidí prepararme para poder ayudar a todos los que tengan esta condición y opté por ser maestra en el sistema braille como en las matemáticas, que son la base para que los niños y jóvenes aprendan el sistema y puedan comunicarse".
Es difícil para las personas con debilidad visual hacer actividades, ¿A qué edades puedes empezar a darles clases para que tengan un aprendizaje y sean autónomos?
"Desde los 45 días de nacidos tuve alumnos pues en la Escuela de Invidentes podíamos dar la atención a estas personas que comenzaban a tener problemas de visión, así que desde esa edad se les enseña a desarrollar el sentido del oído, a escuchar una voz que los guíe, luego también a los niños y adolescentes que se les muestra cómo poder hacer sus actividades, cómo cambiarse solos, tomar los utensilios de alimentos, ir a comprar a la tienda y aprender alguna actividad como música, baile, a usar equipos como poder llamar por teléfono en alguna emergencia, a dirigirse dentro de su hogar sin tropezar, usar el bastón para caminar en la calle, también a los adultos se les enseña a preparar alimentos como tortillas de harina, a guisar, todo con la precaución de sus limitantes".
Ya eres una maestra jubilada, ¿Qué satisfacción te ha dejado enseñar?
"Siempre he dicho que superarme más para servir mejor, porque nunca acabas de reaprender y a recordar y hay cosas nuevas en la vida que tienes que aprender, siempre hay novedades y, para poder guiar o educar a una persona con discapacidad visual y a su familia cercana, necesitas estar bien documentada, entonces, hay que trabajar siempre en equipo, padres de familia, maestro y alumno, de lo contrario, o se van a tener los resultados esperados o el avance que queremos que exista".
Han sido un ejemplo durante los más de 20 años que trabajaste en la educación, ¿Cuántos alumnos pasaron por tu enseñanza?
"Recientemente estaba platicando con mi hijo sobre eso y no se puede saber, pero en los grupos de 10 o más personas llegué a atender de unos 100 y 200 o más que egresaban".
En tu experiencia, ¿Qué es lo que continúa para ti y las personas débiles visuales?
"Estoy muy satisfecha, porque hasta la fecha me siguen pidiendo orientación en cuanto a la capacitación de personas, en cuanto a orientación y movilidad, de cocina, de cómo preparar alimentos. Y me queda la satisfacción de haber integrado a la sociedad a la mayoría de los compañeros ciegos o débiles visuales quienes de la sociedad se originaron y a ello deben servir, de que varios de los muchachos se integraron bien e independientes".
Eres creadora de un grupo de personas con discapacidad visual que tienen algunas actividades ¿Cuéntanos de eso y cuál es tu siguiente objetivo?
"Bueno, el grupo de invidentes sigue, somos un coro que cantamos, en algunas ocasiones estuvimos en la iglesia, muchos se dedican a cantar en reuniones, seguimos siendo unidos para apoyarnos en nuestras necesidades, me incluyo e incluyo a mi esposo, quien también es débil visual, también hemos participado en conferencias y en eventos deportivos como el cachibol, además doy pláticas de orientación".
